Yo lo que plantearía a todos los comunistas (de toda clase de vías) es lo siguiente: ¿De qué ha servido esto? Para que se debata si son unos agresivos o no. ¿Con qué se queda el obrero que debe ser nuestro contingente de apoyo? Con la paliza a un gordo amigo del capitalista Franco al que le han agredido 20 encapuchados camorristas.
Debemos ser más listos, los comunistas debemos rehacer nuestra imagen. No estamos ante el peligro de que se construya un régimen fascista, nuestro enemigo inmediato son los liberales no los otros. Nuestra tarea debe ser alejarnos del parlamentarismo; luchar, promover y amparar los movimientos y descontentos sociales mientras ganamos crédito ante la masa; ayudar sindicalmente a aquellos que quedan desamparados por el sistema plutocrático en el que vivimos; y crecer como movimiento una vez más dando la imagen de ser una alternativa al capitalismo creíble y pacífica, que dé seguridad a las personas.
Evidentemente, quedando como unos camorristas violentos por una camiseta de Franco esto es imposible. Debemos aprender de los liberales, aparentar como ellos hacen, difamar como ellos hacen, sacar sus trapos sucios cada vez que tengamos ocasión, jugar a su sucio juego, convertirnos en la punta de lanza de los obreros nuevamente.