Zapatero desvincula ante Blair la guerra de Iraq del riesgo de sufrir atentados
El primer ministro británico apoya la propuesta española de la «Alianza de Civilizaciones» contra el terror
Tras reunirse ayer con Blair, Zapatero desvinculó la amenaza islamista que sufren las naciones occidentales de las posturas que mantienen ante la guerra de Iraq, al describir el terrorismo como un peligro que afecta a todos.
Londres- José Luis Rodríguez Zapatero y Tony Blair trataron de dejar ayer al margen sus agudas diferencias sobre Iraq para centrarse en lo que les une: la lucha contra el terrorismo. Así, el presidente del Gobierno español desvinculó en dos ocasiones la amenaza islamista que sufre cada nación occidental de la postura que mantengan ante la guerra de Iraq. Ante las sucesivas preguntas sobre esta cuestión, el líder socialista explicó que, desde que llegó al poder, ha activado en dos ocasiones la máxima alerta terrorista y en ambos casos ya se había producido la retirada de las tropas españolas de Iraq.
«Más allá de las decisiones que cada país haya tomado sobre la intervención militar en Iraq, el riesgo es global, como acabamos de ver en Egipto», aseguró Zapatero. Los recientes atentados en Londres provocaron que el terrorismo acaparara el encuentro y la posterior comparecencia ante la Prensa, caracterizada por el tono cortés de Blair hacia el líder español, pero poco efusivo.
Ambos se mostraron dispuestos a intensificar la cooperación en el seno de la Unión Europea y se comprometieron a intercambiar información sobre las redes islamistas y a combatir juntos la «radicalización» de los jóvenes musulmanes. Blair agradeció las «fuertes expresiones de simpatía» y las «ayudas prácticas» llegadas desde España tras los atentados.
Por otra parte, el líder laborista mostró su respaldo hacia una de las principales propuestas diplomáticas de Zapatero: la creación de una «Alianza de Civilizaciones» contra la violencia islamista. «Creo que todo el mundo puede ver la sensatez de tener una reunión de gente civilizada, sea de la religión que sea», aseguró. «La idea de España y Turquía de dar un mensaje claro de solidaridad por encima de las religiones es muy importante y me sorprendería que no encontrara apoyo en todas partes».
Ambos mandatarios encontraron un hueco para abordar el tema que les empujó a concertar su encuentro, el segundo desde la llegada a la Moncloa del líder socialista: el futuro económico de la UE. El presidente del Gobierno dio un paso en la dirección que Blair quiere marcar para la Unión y se mostró dispuesto a impulsar una profunda modernización de la economía continental. «Europa debe avanzar en sus reformas, Lisboa no puede esperar», proclamó, en referencia a la estancada agenda liberalizadora de la UE.
Tras su almuerzo de trabajo en Downing Street, Zapatero depositó un ramo de flores en un parque junto al río Támesis dedicado a las víctimas del 7–J. Posteriormente se dirigió al Ayuntamiento, donde se encontró con el alcalde, Ken Livingstone, y firmó en el libro de condolencias. «Nadie puede estar hoy más cerca del pueblo de Londres que el pueblo de Madrid», escribió. «Unidos en el dolor lo estamos todavía más en las convicciones. Perseverando en nuestros valores, la libertad triunfará siempre sobre el fanatismo».
http://www.larazon.es/noticias/noti_int67337.htm
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