Un pareja joven sufre un brutal ataque en su casa de California. Él muere y ella queda en coma. La policía inicia una investigación a contrarreloj y pronto señala como sospechosos a cuatro personas, que en principio no parecen tener nada en común: un adolescente que trabaja en un taller mecánico, un ladrón de poca monta y una pareja de drogadictos.