Se nota muchísimo que la serie necesita pulirse. A menudo peca de tosca en sus bromas, hasta el punto de no hacerme gracia (y digo tosca en el sentido de poco trabajada, de brocha gorda). Una monja gritando «¡blasfemia, cómo osas traer la lógica a la casa del señor!» me parece un comentario muy facilón, también esas bromas sobre el género indefinido («¡somos bandoleres, una cleptocracia de género neutro!») donde la gracia debe de depender de que estos temas te generen bilis y te regocijes cada vez que los parodian o de que seas defensor de los mismos y te regocijes porque alguien está incluyéndolos en su obra. Me da la sensación de que son recursos muy fáciles para que el público joven y actual se ría porque se siente identificado (lo mismo ocurre en otra escena con el grifo, donde hablan del género fluido y la apropiación cultural) pero no porque se haya construido un chiste de calidad.
Sí que ha habido alguna frase que, sin sacarme una carcajada, me ha hecho esbozar una sonrisilla. A veces llegaban a exprimir como debían los recursos fantásticos y conseguían construir líneas divertidas, como cuando Oona habla de sexo con Bean:
- Ah! Tonight is wedding night, so is time we had talk.
- I know I am not your mother.
- Please don't.
- But I do have sex with your father.
- God, Oona. I do not need a sex talk from my stepmother.
- Tonight, you will be expect to perform your wifely duties. I mention because it was difficult for me with the tentacles.
- I don't have tentacles.
- Your husband will have tentacles.
- Are you trying to say testicles? I don't know.
- Just leave your eggs on the nightstand and get out of there.[/i]
Esta escena me pareció muy divertida por la confusión de palabras (tentáculos, testículos, huevos) y el aprovechamiento de las características de la especie de Oona para la broma. Pero en general me ha hecho bastante más gracia el humor visual. Uno de los mejores momentos de la serie es aquél en el que el mago intenta exorcizar a Bean con un incensario, alegando que el humo ahuyenta a los demonios, a la vez que Luci se fuma una pipa en su presencia. O ése en el piloto, creo recordar, cuando Odval va a por la princesa, para devolverla al castillo, y le presenta un palanquín en el que asumimos que montará cómodamente para pasar a una escena en la que Odval monta el palanquín y Bean va maniatada a él cual presa de caza.
En lo relativo a los personajes, tienen potencial y les daré un tiempo para que se asienten. El demonio me parece el más divertido, con Elfo y Bean más o menos a la par (cada uno ha tenido sus momentos pero sin llegar a cautivarme). Los demás están ahí, de apoyo pero sin llegarme a convencer al cien por cien. En términos de diseño me aburren bastante. Una vez más, el demonio destaca por romper con el estilo de la serie, algo acertado en mi opinión. Pero ninguno de los otros tiene rasgos lo suficientemente singulares como para grabarse en mi memoria. Se nota el esfuerzo con algunos secundarios porque emplean un mismo recurso para procurar darles personalidad visual, que es la coherencia entre el pelo y un detalle del diseño. Así, las puntas del pelo del rey Zøg son idénticas a los picos de su corona, la melena de la reina Oona se ondula y cae hasta el suelo como si fuese tentáculos y el cabello zigzagueante del mago (¿Conjurio se llamaba?) se entremezcla a menudo con las esquinas de las estrellas de su gorro. Son pequeños juegos visuales que se agradecen, pero Bean y Elfo flaquean aquí y los dientes de conejo de ella no son suficiente para construirle una apariencia que recordar, venciendo aun así a un elfo aburridísimo (o quizás es cosa mía y me acabarán calando con el tiempo, ya veremos).
Por último, la narración de los episodios no me termina de convencer y me da la sensación de que, en lugar de una historia sólida, presencio una sucesión de gags a los que les falta fondo (estilo los actuales Simpson). La animación tampoco me gusta, poco expresiva en mi opinión, pero ya estoy acostumbrado por los nuevos Simpson. De todas formas, comparad la cabecera de Los Simpson en sus distintas etapas y veréis el bajón que han pegado en fluidez de los movimientos y expresividad de los personajes. Estas carencias las noto también en esta nueva serie.
Le doy un aprobado raspado porque se deja ver y alguna vez tiene momentos de sonrisilla, pero no es una maravilla ni de lejos.
Disenchantment es una serie de Netflix y, como todas las de este servicio, todos sus capítulos estarán disponibles desde el mismo día del estreno. Por ello, ya que cada uno la va a ver a un ritmo diferente (meterse una maratón de golpe, racionar los episodios a uno por semana...), os pedimos señalar claramente a qué capítulo corresponde cada vez que utilicéis el comando spoiler. 
