Jugando con fuego es un reality estrenado hace unos días en Netflix con una premisa básica: un grupo de jóvenes solteros (tanto macizorros como pivoncitos) se aislan en una playa paradisíaca donde convivirán durante unas semanas con el objetivo de intentar encontrar una relación duradera en vez de su modus operandi habitual de acostarse con cualquiera en cuanto tengan la más mínima oportunidad.
Pero no todo es tan fácil, para poder cumplir ese objetivo tendrán un hándicap desde el minuto 1: no puede haber sexo ni contacto físico de ningún tipo con otra persona. Si lo hay, una IA les penalizará restando una cantidad de dinero del bote grupal de 100.000€.
¿Podrán este grupo de expertos folladores reprimir sus deseos más primarios e intentar construir una relación más profunda?