Madrid, 40 años después del 'incidente'. Valencia y las Fallas han desaparecido del planeta Tierra. Sus últimos vestigios se estudian ahora en la Universidad. Tonino Guitián encarna al profesor que descubre el misterio de esta extinción en una lección de humor políticamente incorrecto.
La última Falla' es una 'sitcom' que ironiza sobre una fiesta popular donde la autocrítica brilla a menudo por su ausencia. Sus creadores, Luis Ponce y Juan Torres, asumen las consecuencias. "Estamos advertidos", admiten entre risas.
Los jóvenes guionistas ('pareja profesional' desde Antena Paranoica) apelan al sarcasmo y la crítica ácida para defender un proyecto de seis capítulos (de alrededor de 10 minutos cada uno) concebido para Internet.
Nadie en el equipo técnico ha cobrado un euro. Tampoco los actores protagonistas (Santi Avendaño, Iris Prinses, Alexander Lemus y Rosendo Sanmartín interpretan a cuatro amigos al frente de una comisión), habituales de los escenarios valencianos. Por eso la factura de la primera temporada apenas asciende a 500 €. Los justos e imprescindibles.
Por el momento, el espíritu de esta comedia ha calado en algunos rostros populares que ya han respaldado la iniciativa. A Tonino, que participa activamente como secundario, se han sumado otros cameos. Por ejemplo, el de Chimo Bayo.
El proyecto a buen seguro dará que hablar, sobre todo en el mundo fallero porque el guión no rehúye ninguno de los puntos más controvertidos de los festejos. Están presentes las molestias del ruido, los cortes de las calles, las diferencias con los vecinos. Y eso sólo en el primer capítulo, el único disponible hasta el momento.
Al final, el argumento festivo no es más que una excusa para analizar desde la sátira toda una sociedad. Y aquí no se libran ni los clubes de fútbol, ni tampoco la política. Porque las chanzas sobre el Valencia CF conviven con guiños a la Gürtel: "Intentamos hacer chistes sobre políticos del PSPV pero es que casi no les conoce nadie".
Fuente El mundo.
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