Contexto
La logia de los Hijos de Adán utiliza magia y quiere abrir un portal hasta el Edén para conseguir la vida eterna, el intento por parte del fundador original falla -porque al parecer es muy difícil hablar la lengua de Adán- y la casa arde completamente. Entre las llamas escapa una esclava encinta de las tantas que se cepillaba el artista.
Pasan los años, la logia se ha recuperado, reconstruye la mansión, y el líder actual quiere intentar de nuevo el ritual. Para que el ritual tenga éxito cree que necesita la sangre del fundador, que está en el descendiente directo de esa mujer que escapó generaciones atrás, el joven protagonistas.
Aquí es cuando empieza la acción rocambolesca de la serie. Todo es consecuencia de un plan absurdo que orquesta el líder de la logia -que demuestra ser muy racista y poco inteligente- para atraer al joven protagonista y utilizado en el ritual.
Episodio 1
Como es un negro bastardo parece lógico que en ese contexto de los años 50 no vaya a contactar con él directamente, pero ¿para qué secuestrarlo directamente y forzarlo con tus poderes mágicos?
Es mejor secuestrar a su padre con el que no se habla en cinco años y obligarle a escribir una carta que servirá como cebo para que su hijo emprenda en su búsqueda un viaje super peligroso en coche que pondrá en riesgo su vida y por lo tanto el éxito de tu plan. Dicho viaje le obliga sin necesidad a cruzar por localizaciones crepusculares en las que no sólo se sabe que hay un Sheriff que lo asesinaría por la noche, sino que también cualquier pueblerino lo persiguiría a tiros a plena luz del día.
Hasta el segundo episodio no te das cuenta de que esto no tiene mucha lógica, pero al menos sirve para desarrollar el punto principal de la serie y mostrar el drama racista de la persecución a los negros.
Y pese a que podrían haber muerto en cualquier momento, te guardas en la manga para conseguir que lleguen la intervención de tu hija con sus poderes mágicos y sus guardianes vampiro mágicos que no lo acaban matando de puro milagro.
Episodio 2
Han conseguido llegar a la casa, bien, ¿por qué no mantenerlos un par de días tranquilamente en la casa hasta la fecha del ritual? ¿Por qué no directamente aprisionarlos desde el principio hasta ese momento?
Es mejor hacer un montón de cosas absurdas para que sospeche de que tramo algo oscuro, lleno las habitaciones de los libros favoritos de uno y de ropa perfecta para la otra, les borramos la memoria, reparamos el coche y negamos todo lo ocurrido la noche anterior para crear sin ninguna necesidad un conflicto entre los personajes. Además, les dejo pasear por el pueblo para que hagan preguntas y veamos que todo el mundo los trata con desperdicio racista; y después sin ninguna necesidad los volvemos a atacar con los guardianes vampiro mágicos en el bosque.
Vale, podemos volver a borrar la memoria del resto y encerrarlo a él en la habitación, pero es mejor llevarlo a ver cómo me sacan el hígado que después serviré en la cena -de la que todo el mundo lleva hablando todo el día de forma muy sospechosa- y soltar un discurso religioso con implicaciones racistas. Después los encierro en la habitación y para que no se nos olvide que la serie va de racismo, los torturo a base de magia para deleite de los respetables invitados blancos que disfrutan del espectáculo en unas pantallas mágicas del sótano.
Llega la cena y ante las miradas de desprecio racista del resto de asistentes, el tío se viene arriba y revela la relación del joven protagonista con la logia y descubre que según los estatutos -que he dejado en su habitación- tiene autoridad para ordenar y mandar como el amo. No tengo necesidad, porque como diré inmediatamente después los estatutos me los paso por el forro, pero le dejo marchar, además le indico la ubicación de su padre -que pese a estar atado de manos ha revivido el Conde de Montecristo- y les dejo escenificar una escena de fuga para después con magia evitar que salgan, pegarle un tiro gratuito a la novieta y otro al tío.
Finalmente lo encadeno para obligarle a formar parte del ritual que es lo que debería de haber hecho desde el principio. El ritual si no funcionó con el fundador original que era el que más sabía, no iba a funcionar con la sangre de su tataratataratatataranieto, como es evidente, así que esta vez, en lugar de arder, la casa se derrumba por una explosión mágica que nos convirte a todos los asistentes en piedra menos a él, que se libera de sus ataduras y huye hasta la calle persiguiendo la imagen espectral de su tataratataratatarabuela hasta la puerta. Una vez fuera descubre que aparentemente nadie ha conseguido escapar de la mansión salvo los prisioneros (auguro que todos están vivos) aunque su tío ha muerto por los loles y a su novieta la ha salvado con magia mi hija después de haberle puesto en mi contra con un explicote de empoderamiento feminista.
Conclusión
En serio, el guión de este segundo capítulo no sólo es malo, sino que empeora el guión del primero, que hasta entonces era correcto. Y luego están los audios superpuestos del primer episodio y el del hombre blanco en la luna en éste, que me saca totalmente de la acción en el momento cumbre del ritual. Hay mil formas de contar ésta historia y de meter el fondo racista sin tener que recurrir a un guión absurdo. No lo entiendo, porque la serie técnicamente es buenísima, menos el sonido, que en mi caso lo encuentro patético.
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