Uuuuh, miradme, soy Miss Británica Eficiente, uuuuh, cazadores estadounidenses caca, uuuuh, yo no, yo soy eficaz.
¿Eficaz con qué? ¿Con Azazel, Lilith, Crowley, Alastair, Abaddon, ángeles y arcángeles, los jinetes del Apocalipsis, Eva, los leviatanes, la Oscuridad?
Ay, no, con vampiros, hombres lobo y demás. Uuuuh, miradla, qué eficiente. Que alguien me explique qué legitimidad tiene Mary Poppins Cazavampiros para pasearse ufana por la pantalla mientras se pavonea de su eficacia cuando no me imagino qué aportación con una trascendencia equivalente a la de Dean y Sam (con un puñado pequeño de aliados, nada comparable a una supuesta organización de eruditos con la hostia de recursos, que así yo también limpio de vampiros Londres) nos ha podido dejar.
En serio, es que es verlos y me los imagino con el cuello roto en medio segundo ante cualquier criatura realmente poderosa que hemos visto en la serie. Si estuviesen mejor contextualizados en la historia, pues aún, pero es que de la noche a la mañana nos han metido a una organización de prepotentes que vienen a dar lecciones de cómo hacer las cosas a los tipos que acaban de reconciliar a los dos seres primigenios del universo.