Cogen a un buen puñado de jovencitos, de entre 18 y 24 años (supongo que para asegurarse de que no hay infartos) y los meten a vivir a una mansión o edificio que tenga leyenda de encantado.
Eso sólo ya acojona, os lo aseguro. ¿Os imagináis vivir un par de meses en un hospital abandonado? ¿O en un antiguo matadero? ¿En una cárcel en ruinas? Vamos, para salir depilado del susto.