Hola gente, en un mes viajo a Nueva York y tengo entendido que no se puede pasar nada que contenga carne. Tenía intención de llevar dos blisters de jamón al corte, bien etiquetados y todo pero he leído que da igual porque si te pillan te lo quitan y si lo declaras pues evidentemente te lo quitan sí o sí. El caso es que hay gente que me ha dicho que ha llevado y no los han pillado pero me da un poco de palo que por 200 gramos de jamón se pongan tontos y me busque un follón. ¿Alguien tiene experiencia en este tema? Gracias de antemano.
primera búsqueda en google https://help.cbp.gov/s/article/Article-3619?language=es
Productos Animales y Derivados de Animales:
Carne, leche, huevos, aves de corral y sus productos, incluyendo productos elaborados con estos materiales, tal como sopas secas o consomé, son prohibidos o restringidos a entrar a los Estados Unidos, dependiendo de los tipos de enfermedades animales que ocurran en el país de origen. Carne fresca (enfriada o congelada), seca, curada y cocinada generalmente es prohibida desde casi cualquier país de origen. Carnes enlatadas son admisibles, excepto las carnes de ovino y caprino, incluidos cordero, cabra, etc., desde el Canadá y países afectados por la enfermedad de encefalopatía espongiforme bovina (BSE, por sus siglas en inglés).
suerte amigo, llévate unas galletitas o cereales para las primeras horas, después compra lo que sea por allí
#2 ya sé que no se puede, lo he puesto en el primer mensaje, la pregunta es si vale la pena intentarlo y si alguien lo ha hecho.
Yo tengo una historia bastante graciosa que contar. Viajé a Nueva York con mi novia hará diez años y antes de salir le dije a mi novia que en esa maleta había habido sustancias no legales. La vaciamos y vimos que no quedaban restos. viajábamos desde Madrid y durante el trayecto nos habíamos comido sendos bocadillos de chouriso que no se salta un gitano (no quiero sonar racista, es una frase hecha). Lo cierto es que ya sea por los nervios o por no tener mucha hambre, no nos los comimos enteros y dejamos un trozo dentro de la maleta. Volvamos a la llegada a Norteamérica: mi novia, pasa la entrevista con facilidad por su cara de buena chica, pero yo, sacado de los archivos más oscuros de los presos de ETA, me entretuve durante largo tiempo en hablar con el simpático funcionario de la frontera (llegó a preguntarme qué objeto tocaba y cómo se llamaba mi grupo). A todo esto, mi novia, recogiendo las maletas, ve que la mía está apartada, vigilada por un policía con perro. Se me pone la cara totalmente blanca y acabo la entrevista con un kilo y medio más de peso en los calzoncillos. Voy al oficial y le digo que era mi maleta. Tras preguntarme varias veces si yo había hecho mi propia maleta, empezó a acusarme de transportar salchichas dentro. Mi novia y yo, mirándonos estupefactos, nos preguntábamos qué mente retorcida había abierto las maletas para meter unas Óscar Mayer (TM). Nosotros negábamos la mayor y decíamos que ahí dentro sólo había ropa, algún libro y gel y champú. El officer nos dijo que había abierto la maleta y que había salchichas. Finalmente, abrimos la maleta y encontramos un coscurro de pan con un triste trozo de chouriso. Los siguientes minutos fueron berlanguianos, intentando explicarle al oficial, que era asiático que eso no eran sosiches, que era chouriso. Pues eso, experiencia propia, no te la juegues, ahora bien, seguro que pasarán diez mil personas con lleimon o chouriso y que no los pillen. El oficial nos dijo que lo multa eran trescientos miau-miaus, pero que nos los perdonaba (deberíamos de dar bastante pena).