#1 No se si te has ido ya pero bueno. Milán es una ciudad muy diferente del resto de Italia y en dos días la puedes ver si no te interesan los museos. El transporte público es sorprendentemente barato, un billete de metro cuesta 1,35, y en los tranvías los buses te cuelas porque puedes entrar por cualquier puerta y en el año que estuve viviendo allí vi dos o tres revisores.
En cuanto a cosas que ver, tendrás que ir a la Piazza del Duomo y si quieres se puede entrar por dos euros. En la misma plaza está en museo del novecento. Toda esa zona es la zona de tiendas y te puedes dar un paseo. Cerca del Duomo está el castello Sforcesco con el Parco Sempione al otro lado (para mi este parque está sobrevaloradísimo pero a la gente le encanta), y si lo cruzas te encuentras con el Arco della Pace.
Merece la pena ir a Navigli a pasear y a tomar el aperitivo. El aperitivo italiano suele ser un buffet libre de cosas para comer por la noche en plan cena. El precio estándar de Milán son 10 euros con una bebida. Al final de Navigli hay un mercado que a mi me gustaba mucho pero en estas fechas estará cerrado. El barrio de Brera es como para verlo paseando una tarde, es muy bonito y muy elegante. Si te apetece hacer cola puedes entrar a la pinacoteca de Brera, que es un museo de arte.
Para salir, el horario italiano es igual que el español. Milán está lleno de bares y discotecas, sólo tienes que elegir a cuál quieres ir y pagar. Lo que nos gustaba mucho hacer era ir a beber a Colonne, que está entre el Duomo y Navigli. Es una plaza donde los estudiantes se juntan a beber cerveza, pero la policía nos echaba cómo muy tarde a las dos. Si te va el rollo más underground puedes probar a ver si en el Leoncavallo hay algo ese fin de semana. Es un centro social donde organizan cosas, está lejos pero puede merecer la pena.
Ah la università degli Studi di Milano merece la pena una visita, es un edificio muy bonito y está muy cerca del Duomo.