Buenos días! Amanece en Andetxu Honolulu.
No pudimos disfrutarlo la noche anterior por falta de luz, pero por la mañana, por fín, pudimos admirar este paisaje de naturaleza salvaje en todo su esplendor. Palmeras, volcanes, atractivas nativas de voluptuosas curvas y con escasas prendas contoneando sus hermosas caderas al son del ukelele mientras acompañan a los coros exóticas aves y fauna variada. Una vez quitadas las legañas, nos damos cuenta de que tenemos cableado de un andamio, un canal artifical, un campo de golf y miles de edificios hasta donde la vista alcanza. El Sol parece ser natural.
Son las 7 de la mañana y sin cena del día anterior en el estómago, toca desayunar. Obviamente, nevera y armarios vacíos salvo algunos regalos que los anteriores inquilinos dejaron ahí y que nuestro querido surfero nos ofreció la noche anterior a medida que iba abriendo puertas y descubriendo las cosas que había, lo que nos lleva a pensar que si a los anteriores inquilinos les gustaba hacer rituales sagrados sacrificando vírgenes y dejando su cabeza en la nevera, todos nos hubiésemos enterado a la vez.
Primera parada, starbucks. No es que seamos unos grupis gafapastiles, simplemente no nos apetecía ir al Mcdonalds y el 2º sitio con wifi garantizado es ese. Además Cova trabaja en Starbucks por lo que tenemos un hermoso descuento que hace que comerse una magdalena y un bizcocho de chocolate de tamaños irrisorios no sea tan dañino para la cartera. Por supuesto, estamos en Hawaii, el desayuno en la terraza y con ropa veraniega, porque hace una temperatura muy prestosa (si no sois de Asturias y no sabéis lo beneficioso de tener el "me presta" en vuestro diccionario como lo hace un asturiano, lo siento, podéis pasaros por aquí)
Aprovechando el Wifi, era turno de avisar a familiares y amigos de que todo estaba bien. Para los que sabían que estábamos ahí simplemente confirmar que seguíamos respirando y para los que no lo sabían, un par de fotos y un :muac:
*Quiero aclarar, que aunque parezca una enorme pijada (que lo es a toro pasado) poner esta foto desde el starbucks a las 8 de la mañana, hay que volver a aclarar que veníamos de Vancouver, donde en verano no cae una sola gota de agua y hace un calor del copón, pero es que desde el otoño el Sol se va a la mierda practicamente, lluvia y más lluvia alternando días de frío y días con un viento jodidamente desagradable, por lo tanto esta puta mierda de estar en manga corta a las 8 de la mañana y sin una sola nube para nosotros era algo poco menos un ascenso del Oviedo.
Bueno, tocaban hacer las primeras compras, víveres para los primeros días. Pasamos por casa a dejar la compra y nos volvemos a seguir dando un paseillo de reconocimiento. Vamos a nuestro primer contacto con la playa, la más cercana que tenemos y la que está enfrente de todos los hoteles. Petada de hamacas esperando por yankees sebosos con pulserita y alguna que otra cachonda, porqué no.
Aquí quiero hacer una pausa, porque llega mi primer momento molón. Luego descubriríamos que es común encontrarse estas cosas, pero en ese momento dije, joder, aquí el que no está relajado y descansando es porque no quiere. En el paseillo de la antes mencionada playa, estaba un señor muy majo, al que vamos a llamar Tomatito tocando su ukelele porque sí, porque era el momento perfecto para tocar el ukelele, mientras un amiguete, al que llamaremos Camarón, le acompañaba al micrófono:
Seguimos paseando por la zona, la cual cabe destacar que no tiene nada de interés turístico. El 90% de lo que ves son escaparates, fachadas de hoteles y japoneses. Paramos a comprar unas chanclas que el menda necesitaba, ya que yo no uso chanclas en Vancouver y aquí era casi obligación usarlas, todo sea por poner morenas hasta las uñas.
Comimos un subway en el mismo paseo de la playa del ukelele y nos dirigimos a uno de los primeros puntos planificados del viaje y destinado al día de hoy. Cova se compra su flamante Iphone. Solamente llevaba 30.000 meses dando la chapa con que es muy bonito, que le encanta y que no pretende justificar de ninguna forma su capricho y que asume toda culpa de ello y 1000 memeces más típicas de los fanboys que no asumen su situación. La razón de comprarlo en Hawaii es que son unos 100$ menos que en el resto de USA y a pesar de que el Euro está de capa caída, el dolar canadiense lo está más aún todavía, así que había que pagarlo con la tarjeta de crédito española.
Su tiempo gestionándolo me sirvió para felicitar el año a la familia y a los amigos, ya que eran justamente las 12 en España.
Una vez contenta la niña con su nuevo juguete, volvimos a casa para darnos un bañito y probar la piscina comunitaria del apartamento. Se encontraba en la 7ª planta del parking, en un edificio pegado a los apartamentos y unido por una pasarela. Muy sin más, la verdad. Agua tirando a fría y no fue el baño más agradable que me di en una piscina la verdad. Quizás los "esbeltos" cuerpos de los otros residentes que se encotnraban en la piscina no ayudaba a disfrutar del momento. Después subimos a casa a secarnos y cambiarnos para la tarde.
Para la tarde cambiamos de zona, basicamente porque necesitabamos ir al Wallmart a por unas cosas que no conseguimos por la mañana y para visitar un centro comercial a ver que tal estaban los precios de la ropa en general. De la que íbamos paramos en una gran "M" para usurpar un poco de Wifi y planificar bien la noche. La cena iba a ser sushi y buscamos a ver dónde podíamos comprar algo para llevar y que consiguiese estar a la altura del sushi de Vancouver
*Para nosotros, este año ha sido el año del sushi. Para los que no lo sepan, el nivel del sushi en Vancouver es muy muy muy bueno y nosotros no eramos unos grandes fans de comerlo, pero aquí en Vancouver todo ha cambiado, pero esto llegará en otro episodio de mi vida, aquí no pinta un cojón salvo para contextualizar.
. Encontrado un lugar que se presuponía bueno por el precio ofrecido, fuimos a encargarlo para recogerlo más tarde a la vuelta.
El centro comercial, llamado Ala Moana era jodidamente enorme, gigantesco para lo que yo había visto en mi trepidante y lujosa vida. Por supuesto, gran parte del edificio estaba al aire libre (algo que ya no nos sorprendía), incluídas zonas comunes, zonas de paso entre tiendas e incluso escaleras mecánicas (Bueno, esto un poco no sorprendía). Es su cultura y hay que respetarla.
La verdad es que estaba muy bien salvo por un
, nada importante. Sin duda la imagen que me llevo de sus tiendas, en concreto del Macy's, es su variedad de estilos en su
. La tentación de comprar 1 o 13 era enorme, pero conseguí resisitirme y me ahorré el pastizal que cuestan las "chulas" (+60$)
Una vez encontrada la salida del Mall, tocaba ir al Wallmart, del que, a pesar de estar escribiendo como si de una Trilogía Tolkiana se tratase, no voy a contar detalles de las cantidades ingentes de comida congelada que ofrece el hipermercado, no estoy tan falto de amigos. Compramos cervezas para Cova, Monster par Álvaro y algo de desayuno.
Tocaba volver, ya de noche (En Hawaii se hace de noche a las 6 en invierno y a las 8 en verano), vamos a recoger nuestro querido sushi, compramos unas uvas para las "Campanadas" en un
ABC STORECadena de tiendas locales tipo ultramarinos. Puedes comprar desde la leche que necesitas para el desayuno hasta recuerdos para tu familia, pasando por compresas, gafas para bucear, discos de música, bebida, etc
y nos vamos a casa.
MENUDA MIERDA! Sushi lamentable la verdad, pequeño, insípido y se desmontaba en pedazos, una pena. Para el olvido. Por suerte, no había tiempo que perder y nos cambiamos de ropa y nos pusimos nuestras mejores galas para disfrutar de la nochevieja Hawaiana, es decir, el vaquero y la camisa, el bañador era demasiado descarado......o eso creía...
Para variar, fuimos a la misma playa de la mañana (por aquello de no arriesgar a perdernos buscando un sitio nuevo y no llegar a tiempo), nos sentamos en la arena y nada, lo típico. Fuegos artificiales y uvas, aunque Cova estaba demasiado concentrada admirando lo bien que grababa su nuevo juguete a cámara lenta y cámara rápida y se comió las uvas a destiempo. Después encima preguntó con tono de ofendida, al ver el vídeo que hice yo con mi XiaOmi, que si mi teléfono también grababa en cámara lenta y rápida...
Tras el evento, la idea era darse una vuelta para ver el ambiente y tomarnos un par de copichuelas en el primer sitio que viésemos que cuadrase. La noche apuntaba maneras hasta que nos dimos cuenta de que la gente ya estaba más pedo que Alfredo (1 de la mañana y la gente arrastrándose por el suelo literalmente) y que en todos lados había que pagar tras hacer una buena cola para poder entrar. La respuesta fue clara, que les follen (y seguro que así fue en muchos casos)
Dormimos.