La ova combina los géneros de drama, misterio y acción. Desarrolla una buena historia, interesante y sugestiva. Aporta una novedosa profundidad de campo, que permite enfocar al mismo tiempo el primer plano, los planos medios y el fondo. De este modo se amplía el campo visual, el punto de atención se desplaza del centro óptico al lugar donde se produce el movimiento, introduce efectos ópticos sorprendentes y hace posible que se vean los enemigos. Hace uso, además, de una nueva concepción de la estructura narrativa, apoyada en una sucesión de trolleos, a los que añade brillantes elipsis. Utiliza los elementos de estilo como medio para explicar la acción. La narración es compleja, densa y de gran brillantez.
La investigación sobre el significado de "troll" sirve para poner de manifiesto que nada puede ser explicado, porque es imposible alcanzar la verdad. Contiene escenas memorables, entre otras, el desafiante discurso final. De esa manera, el jefe troll deja constancia de su preocupación por la muerte.
La fotografía, presenta imágenes muy contrastadas, reflejos en espejos, movimientos de cámara espectaculares, planos picados, contrapicados y de detalle, encuadres generales grandiosos y sugerencias explicativas. Las interpretaciones son muy buenas.