Naruto

Querido diario, hoy ha sido un día bastante raro.

He ido a clase y después he salido un rato por ahí con la repartidora de comida. Madre mía, ¡qué pesada es! solo salgo con ella porque sus padres se llevan bien con mamá y me han pedido por favor que intente integrarla con el resto de chicos del pueblo. Lo que pasa es que ella no pone nada de su parte, solo intenta vendernos comida mientras no para de decir que su verdadero padre es megamusculoso y delgado y que ella estará algún día tan fit como él (¡esa tonta no sabe la suerte que tiene al tener al lado a alguien al que poder llamar padre!). Aunque bueno, quizás yo no sea tampoco la más indicada para integrar a nadie. La gente a veces parece tener miedo de hablarme, es como si creyeran que en cualquier momento me pudiese volver loca y me fuera a poner a matar a todo el mundo…

Cuando volvía de camino a casa empecé a pensar de nuevo en mi padre, así que me armé de valor y decidí hacer esas preguntas que llevan tanto tiempo rondándome por la cabeza. Mamá no pudo responder a ninguna de ellas, así que creo que se sintió un poco presionada. Esto lo digo más que nada porque lo único que conseguí por parte de ella fue que gritará mi nombre como una loca para después dar un puñetazo al suelo que consiguió derrumbar la casa. Lo curioso es que tras hacer eso me miró directamente a los ojos, como rogándome que no dijera nada.

(A los pocos segundos ella se desmayó, así que me quedé definitivamente sin respuestas)

Pero bueno, al menos conseguí una foto bastante extraña. Papá aparece en ella con una chica que tiene mis mismas gafas. Por detrás tiene una dedicatoria que dice: “Para mi querida Cuckura”. No sé muy bien que significará todo esto.

Querido diario, hoy está siendo un día bastante duro:

Escuché que Hokage-sama (es taaaaaaan guapoo <3) iba a salir de la aldea para ver a mi padre, así que decidí seguirle. Lo malo es que la repartidora de comida una vez más se acopló sin permiso en este viaje (al menos no me faltará comida).

Al rato de salir de Konoha fuimos emboscadas por una especie de hombre-cebolla (¡kyaaaaaa!). Creía que iba a morir, pero en el último momento apareció Hokage-sama y nos salvó. Nos contó un montón de historias chulis sobre la manera en que se dedicaba a evangelizar a la gente. También me dio unas palmaditas en la cabeza y me sentí muy bien (¿será eso lo que se siente cuando te dan afecto?).

¡Después de varias horas de viaje por fin pude conocer a mi padre! Aunque he de reconocer que el hecho de que primero me amenazará con una espada arruinó un poco el momento. La verdad es que mi padre parece un poco edgy y paranoico, no sé por qué. Tampoco tuvimos tiempo para hablar, porque justo en ese instante volvimos a ser atacados por el hombre-cebolla y un loco que tenía ojos por todas partes.

Por suerte no me ocurrió nada. Pero la espada de papá de alguna manera terminó en el vientre de Hokage-sama (se ve que fue algún tipo de magia del loco de los ojos, pero juraría haber oído a mi padre decir “nothing personnel, kid”). Despues de eso mamá apareció de repente y golpeó hasta la muerte al hombre de los ojos delante de mí (jamás había visto algo tan horrible ¿ella siempre ha sido así?). Cuando papá empezó a gritar a mamá que qué narices estaba haciendo aquí ella fue raptada.

(Luego sigo escribiendo, estoy al borde del ataque de nervios)

Querido diario, las cosas no parecen ir mucho mejor.

Después de que mamá fuera raptada pusimos rumbo a una especie de casa del árbol secreta que tiene un amigo de mi padre. Se ve que allí hacen movidas científicas y papá desconfía un poco de ellos. De hecho papá parecer desconfiar de absolutamente todo, en concreto parece desconfiar de los árboles y de las piedras. Cada dos minutos nos ordena que nos tiremos al suelo y empieza a hacer arder todos los árboles y las piedras que tenemos cerca mientras se ríe de una manera un tanto siniestra. Pero no pasa nada, seguro que tiene sus motivos para hacerlo

Lo malo es que cada vez que intentó hablar con él me ignora completamente, así que supongo que no va a responder a ninguna de mis preguntas. ¡Pero tampoco pasa nada! tengo esperanza en que en esa casa del árbol secreta habrá alguien que pueda responder a mis dudas.

No hay nada de malo en obtener las respuestas que buscó. Total, ¿qué es lo peor que podría descubrir?

(Luego continuo escribiendo)