¿Te has parado alguna vez a mirar los ojos de las personas? La mayoría de las personas contestarían que los ojos de cualquier persona pueden ser marrones, azules o verdes, y no mirarían dos veces, perdiendo detalles que pueden ser interesantes. El color de los ojos suele pasar desapercibido incluso en aquellos ojos que destacan por su rareza o belleza.
Los ojos de los recién nacidos
Si bien el color de nuestros ojos viene predefinido genéticamente, hasta alrededor del sexto mes de vida los bebés no tienen color de ojos definitivo, debido a que al nacer tienen poco pigmento acumulado en el iris.
Los recién nacidos nacen con los ojos grises o azulados. La parte del ojo que tiene color es el iris, una membrana con una apertura central, la pupila. En el iris se acumula melanina, un pigmento que lo colorea, el mismo que da color a la piel y el pelo.
El color del iris viene determinado por la cantidad de pigmento que exista. Los tonos grises azulados son típicos de los recién nacidos caucásicos, no así en la raza negra u oriental. En el quinto mes de embarazo las células que fabrican la melanina se empiezan a instalar en el iris. El proceso se prolonga durante toda la gestación y continúa tras el nacimiento. Al nacer, la cantidad de melanina es muy reducida y como consecuencia el color de los ojos del bebé es claro.
El mito del color de ojos del lactante
Suele creerse que el color de ojos clarito de los bebés se debe a que todavía es alimentado con leche materna. Que cuando la madre deje de darle el pecho los ojos se definirán con el color que tengan en ese momento. Esta teoría es un mito, no tiene ningún fundamento científico. El color de ojos viene definido por la herencia genética y no está relacionado con el tipo de alimentación del bebé.
Es probable que esta hipótesis haya surgido porque durante los primeros meses los bebés solían ser alimentados exclusivamente con leche materna, tiempo que precisamente coincidia con esa indefinición en el color de sus ojos.
Las leyes de la genética y el color de ojos.
Las leyes de Mendel son un conjunto de reglas básicas sobre la transmisión genética de padres a hijos. Basada en estas leyes se pueden predecir (en parte al menos) el color de ojos que podría tener el bebé según el color de ojos de sus padres y sus abuelos. Un ejemplo es la foto que tenéis arriba.
El resultado se calcula a través de una combinación en la que entran en juego los genes dominantes y los genes recesivos de cada persona. De todas formas, el resultado que arroja es una probabilidad y no es fiable al cien por cien.
El color de ojos está determinado por los genes, siendo los colores oscuros los genes dominantes y los colores claros los genes recesivos.
Por ejemplo, como en nuestro caso: si el padre tiene ojos azules (aa) y la madre ojos marrones (AA) todos sus hijos serán aA (a del padre y A de la madre), como el gen dominante es A, lo más probable es que los hijos tengan los ojos marrones.
El amplio abanico de colores
¿Te has dado cuenta de la inmensa cantidad de tonalidades diferentes de colores de los ojos, o los clasificabas todos por verde, marrón y azul? Dentro de cada gama existen infinidad de posibilidades, mixturas, e incluso otros tonos que son percibidos como azul muy claro (que a veces es gris) o marrón claro (que a veces es ámbar). Incluso es posible encontrarse con personas de ojos ámbar, violetas y hasta rojos.
Los ojos de color marrón, café o castaño contienen grandes cantidades de melanina en la parte anterior del iris, que sirven para absorber gran cantidad de luz, especialmente las longitudes de ondas más cortas de esta. Es uno de los fenotipos más comunes para el color de ojos en los seres humanos. Más del 50% de la población del mundo entero tiene los ojos marrones.
]Los ojos de color azul o celeste contienen bajas cantidades de melanina en la parte anterior del iris. Son producidos, e incluyendo la característica anterior, porque el estroma, tejido transparente compuesto en parte por colágeno, se interpone en el camino de la luz cuando esta es reflejada por el epitelio del iris hacia el exterior. De esta forma, la luz se dobla cuando incide con el colágeno, siendo reflejado el azul. Aparecieron por primera vez hace 10.000 a 6.000 años, al noroeste del mar Negro, producto de la mutación genética de un solo individuo. Actualmente son relativamente comunes en varias zonas de Europa y fuera de este continente en algunas áreas con poblaciones de ascendencia europea. La población mundial con ojos azules es de 150 millones de personas aproximadamente.
Los ojos de color verde son el producto de moderadas cantidades de melanina. El verde es un color intermedio entre los tonos marrón y azul o gris. Sólo el 2% de la población posee esa tonalidad. Sin embargo, en algunos países como Hungría es color muy común (20%). En Islandia llegan hasta el 80% de la población.
Aún se desconocen los factores que conllevan a que el iris adquiera el aspecto gris. Sin embargo existen dos teorías. La primera de ellas indica que un estroma, compuesto por una gran cantidad de proteínas o por un gran tamaño de estas, se interpone en el camino de la luz cuando esta es reflejada por el epitelio del iris hacia el exterior, doblando la luz de tal forma que es reflejado el gris. La segunda teoría está relacionada con la cantidad y la ubicación de la melanina, y crea dos subcategorías: gris oscuro y gris claro.
El gris oscuro sería provocado por una pequeña capa de melanina en la parte anterior del iris, que provocaría que la reflexión del color azul se vea opacada. Por su parte, el gris claro sería causado por una minúscula cantidad de melanina en la parte anterior del iris, aún más reducida que para los ojos azules. Sin embargo, ninguna de estas teorías han sido explicadas genéticamente.
Y en ambos casos suelen confundirse con ojos azules comunes.
El color avellana para los ojos es un tono intermedio entre el marrón y el verde. Asimismo puede contener sectores donde los castaños, ámbar o verde se presenten nítidamente. Desde el punto de vista genético no está claro una explicación para este.
El siguiente en la lista ya entra en la categoría de extravagante. El color ámbar, de tono amarillento, producido por la predominancia de lipocromo en el iris. Genéticamente no existe una explicación para esta coloración de ‘ojos de lobo’ pero no deben confundirse con aquellos que muestran un claro anillo de color castaño, amarillo o cobre alrededor de la pupila. Se pueden ver, si uno se fija mucho (suelen confundirlos con un marrón común), en países europeos como Rumania, Francia, España, Suiza, Italia o Eslovenia. Aunque también este color de los ojos se encuentra en personas de Brasil y Asia. El ratio es muy reducido, por debajo del 2% mundial.
Ojos violeta. Este color proviene de una mezcla de tonos rojos con reflejos azules, dando como resultado un irreal azul muy intenso. Se pueden observar sobre todo en individuos afectados de albinismo, aunque se han dado casos en personas carentes de esta enfermedad.
No deben confundirse con los ojos marrones oscuros. Son aquellos donde resulta prácticamente imposible diferenciar iris de pupila y son bastante comunes en personas de ascendencia africana, asiática y en menor medida, indígenas americanos. Sin embargo, sólo aproximadamente el 1% de las personas en todo el mundo tienen ojos negros como grillos.
Para este fenómeno existen dos explicaciones: o bien el color del iris es de un marrón tan oscuro que parece negro, o la persona en cuestión sufre aniridia, una enfermedad poco frecuente que provoca la casi total ausencia del iris.
Y si, existen los ojos rojos. De nuevo, los albinos. Al igual que sucedía con los ojos violeta, en los casos más severos de esta enfermedad el iris carece completamente de melanina. Los rayos solares lo atraviesan reflejando la hemoglobina de los vasos sanguíneos de la retina, resultando un color rojo.
Estos sujetos suelen sufrir fotofobia, nistagmo, estrabismo, miopía, astigmatismo y un sin fin de patologías que hacen descender el color de sus ojos a la menor de sus preocupaciones. El hecho más extraño es que también se han registrado casos de personas de ojos rojos con los niveles de melanina de una persona sana.
El primer humano de ojos azules
Los primeros ojos azules aparecieron hace entre 6.000 y 10.000 años. Hasta entonces todos los humanos teníamos lo ojos oscuros. Nada de ojos verdes o azules. Tan solo marrón, negro y quizá color miel.
Los ojos azules surgieron por una mutación en una zona del material genético cercana al gen OCA2, relacionado con la producción de melanina, según un estudio de científicos de la Universidad de Copenhague. Esta alteración disminuye la capacidad del gen para producir melanina y por lo tanto ojos marrones y como consecuencia el organismo fabrica ojos azules.
Tal debió ser el éxito reproductivo de estos individuos distintos de ojos claros que en escasos de 10.000 años, el 2% de la población mundial tiene ojos azules.
Heterocromía. Ojos de distinto color
La heterocromía (en oftalmología conocida como heterochromia iridum) es una anomalía de los ojos en la que los iris son de diferente color, total o parcialmente. La diferencia en el color puede ser completa (heterocromía total) o parcial (heterocromía parcial). La heterocromía se presenta con poca frecuencia y puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida.
La forma congénita es la más rara, y está presente desde el nacimiento. Puede estar asociada con algunas enfermedades raras, como la neurofibromatosis, el Síndrome de Waardenburg o el Síndrome de Claude-Bernard-Horner.