Me he explicado con tanta extensión para que, simplemente, pudieras ver que erras al considerarme un relativista o un positivista. El primer caso me inhabilitaría para afirmar (e incluso """probar""", como he intentado hacer aquí) el realismo ontológico. Los relativistas niegan que éste exista, y asientan su concepción del mundo en la experiencia humana. El fenómeno, tal y como lo entendía Hegel y los fenomenistas, es la base de toda experiencia, y lo que da forma y sustrato a la materia, haciendo que lo carente de observación, sea poco más que inexistente. No podría estar más en desacuerdo con esta visión, tal y como he explicado anteriormente.
En cuanto a "positivista", lo sería si creyese en la ciencia y su método como única herramienta para explicar la realidad. Me parece que sólo alguien excesivamente poco versado en filosofía de la ciencia, así como epistemología, sería capaz de decir algo así. Y si bien yo no soy una persona muy leída en estos campos, la propia familiaridad amateur que tengo con el ámbito científico, me hace ver lo increíblemente necesaria que es la filosofía, y la lógica que se construye en ésta, para interpretar resultados, encontrar inconsistencias, hallar estructuras argumentales erróneas (falacias), o definir métodos de validación de premisas que nos permitan decir con cierto rigor que una premisa está validada o no. Sin todas esas herramientas que la filosofía y la lógica nos confieren, ¿quién podría poner mínimamente en duda un paper cualquiera? Podría hacer un estudio N=1 con un p-value de 0.3 en una débil correlación, y derivar una causalidad que me invento porque me sale de donde ya tú sabes. ¿Y quién podría negarme que esa interpretación de la realidad sería cierta? Los positivistas más convencidos dicen que es la ciencia en sí misma la que puede resolver estos problemas para mejorar el método y hacerlo más acorde a la realidad, pero esto es imposible si no traemos la filosofía a dilación.
Quizá me llames relativista por decir que el noúmeno de Kant, "la cosa en sí misma" referida a todo objeto de estudio, no se puede conocer con total exactitud. O quizá te bases en lo que dije hace un rato del problema de inducción de Hume para decir que no podemos decir verdad alguna ya que no podemos validar ninguna inferencia que derivemos de una operación de inducción. Y yo entonces te contestaré que lo que estás haciendo es malinterpretarme, quizá como ya dije antes, por algún sesgo que tengas hacia la idea de que "la realidad no se pueda alcanzar en su plenitud" constituya un pensamiento relativista.
Me parece erróneo este planteamiento. Afirmar que algo es "verdad", no significa que sea una verdad absoluta. Lo absoluto es innegable, incuestionable, y para hallar esa condición necesita una condición de validación que va mucho más allá de los paradigmas de falsabilidad que podemos encontrar en las teorías modernas. Necesitarías tener una certeza absoluta no sólo de que tu teoría se acoge a perfección a los datos, sino también de que ésta no puede ser cuestionada. Algo así sólo puede proveerlo un pensamiento religioso, una fe ciega. Yo prefiero decirte que, efectivamente, la ciencia construye verdades, pero verdades útiles, no absolutas. A través de la correcta aplicación de la ciencia, ésta puede ser fiel a la realidad a la que refiere, mas no por ello implica una certeza incuestionable.
Una de las contradicciones de las que hablaba que tenía tu texto, es el usar los términos relativista y positivista: un relativista no podrá jamás tener un grado de confianza fuerte en la ciencia (como yo aquí sí demuestro tener hacia la buena ciencia), así como un positivista partirá de la base de que la ciencia trabaja sobre terreno común — algo que desestima relativismo alguno. Otra contradicción, ya implícita en lo que dije antes, es suponer que un hilorrealista es relativista, por lo que ya expliqué. Por otra parte, otra contradicción en tu discurso (que creo que empatiza mucho con el Buenista, ¿me equivoco?), es asentar que no existe un "método" ni una "ciencia"; por supuesto que a la hora de especificar, hablaremos de distintos métodos, y distintas ciencias, pero como ambas categorías trabajan con abstracciones (bueno, más bien sería correcto que toda nuestra cognición trabaja con innumerables abstracciones, y no sólo aquellas recogidas en el lenguaje), tampoco es incorrecto arrejuntarlas en una sola cuando hablamos de algo que es anterior a ellas, como es la ontología o la epistemología. Luego, por supuesto que definiremos diferentes reglas y medidas para la psicología, que para la física, pero eso no significa que ambas doctrinas compartan el objetivo de una categoría de mayor grado de abstracción, que es la Ciencia en sí.
Hay un tema que me gustaría tratar antes de terminar esta pequeña respuesta, y diría que es otra acusación que me haces que no me parece del todo correcta: suponer que mis ideas sobre la ciencia y la filosofía son "psicologistas". Me parecería casi insultante, y hasta estúpido, que a estas alturas siguieras creyendo eso (sería para hacértelo ver), pero creo que arrojas una pregunta interesante en esa cuestión: ¿es acaso la psicología parte de todo esto? Yo diría que no podemos cortarla bajo las mismas reglas que la física, no en un contexto tan metafísico y primigenio como este (donde estábamos hace unos instantes hablando de bosones y quaks). No podemos crear una "ecuación de Schrödinger" en la psicología, pues es un campo que trabaja con sistemas tan complejos y poblados por centenares de miles de variables, que hasta las ecuaciones diferenciales fallan, y los métodos de medición de sus valores erran hasta la saciedad. Pero sí podemos sacar ciertas "verdades útiles" de la psicología, así como hacíamos en la física. La diferencia será que no podremos tener un modelo psicológico tan preciso como el Modelo Estándar... ni muchísimo menos. Pero eso no significa que no podamos dar uso de la estadística, experimentos de doble ciego y otras técnicas que nos permitan desgranar la realidad poquito a poquito, y aprender poco a poco sobre nuestra fascinante psique.
Esto trae a dilación, de nuevo, el tema de que los distintos métodos científicos, los distintos axiomas con los que trabajemos, herramientas de la lógica proposicional, lógica de sistemas, etc... puedan cambiar, ser mejorados, y arrojar marcos de trabajo más efectivos a la hora de aproximarnos a la realidad. La psicología y la medicina son campos cojonudos para construir mejores herramientas epistémicas, porque nos ayudan a abrirnos paso en la marabunta de variables y cascadas de incertidumbre que salen de esos campos. Y este proceso, no de creer ciegamente en la ciencia, sino más bien de cuestionar hasta lo más asentado de la misma, y validar nuestros sistemas contra las experimentaciones que hacemos con la realidad, es precisamente el que nos permite, a paso lento pero seguro, cada vez conocer un poquito más de nostros mismos, y un poquito más de este mundo que nos rodea.
Muchas gracias por leerme.