Creo que existe un problema inherente a intentar laborizar (querer que eso sean las labores a las que vas a dedicar tu vida) algo que es más espiritual y que deriva de un profesionalismo que no es ni explicable (teóricamente, aunque en el cine sí hay teoría y la hay muy buena y en español) ni trasladable por osmosis (pero sí puedes tener Maestros / as) ni se puede vivir de ello.
El asunto lo veo problematizado por dos lados (principalmente):
- Universidades como instituciones con su profesorado acroparásito (dame mi paguita y no me critiques) y personas pedagócratas que no hacen cine pero que te dirán cuál es el buen cine y cómo hacer buen cine
- Stars que no paran de hacer conferencias y dar charlas y "cursos" y ponencias y aparte usan su nombre (David Lynch) para otras mierdas y así hacer dinero sin necesidad de ir al campo a dejarse la espalda y a curtir su piel bajo el astro rey (Sol)
Las segundas tienen menos culpa que las primeras (hacen sus negocios y toda persona, en MV también, siempre actuará así ante la vida) dado que esas beben de fondos públicos y nos sangran de los impuestos que pagamos. Pero su culpa es inesquivable (también podrían abrir una tienda de helados de Haggen Daz y servirían mejor a los intereses de gente como yo). La característica interesante de las segundas es que su culpa es "distributiva": si nadie va a sus clases deja de hacerlas y tocar el higo. Pero como es un o una Grande, vayamos que "mal no nos puede hacer". Eso tiene un problema: si quieres avanzar en cine haz "tu" cine y si eso pide colaboración a quien quieras, consejo, págale por algo concreto, que alguien muy bueno en guiones le eche un vistazo... pero "ir a clases de tal" puede servir en filosofía por ejemplo (las típicas clases de Foucault o Adorno que se PETABAN) porque cuando un pensador se pone a revolucionarlo todo sólo está él con su pensamiento y hay que ir allí y pasar por caja (sus libros, conferencias...). No hay otra. El cine (en lo que nos pertoca aquí) es diferente. Quien sabe de cine hace buen cine. Pues tú lo visualizas. Para entenderlo tendrás haberte empapado de teoría de cine y sus formas de análisis y demás. Después toca el ensayo-error. Y la cosa es escalar de forma "orgánica" (si lo que haces gusta a alguien). Y aquí empiezan los problemas.
Desde hace tiempo se ha venido describiendo una adolescentización de la sociedad. Alguien que quería ser paleta y le iba mal al instituto se ponía de aprendiz y no le quedaba otra que, si tenía miedo a cagarla, lo que tenía que hacer era fallar pronto y rápido (y aprender de ello en un entorno más o menos seguro. Que fallar no significase que cayera una casa con la familia dentro). Ahora es distinto: quien tiene miedo a fallar lo que hace es eternizar su estada en los centros de enseñanza (universitas ad eternum). Siempre hay un libro más que puedas leer o incluso escribir antes de pegar un palo al agua en el mundo "real": lo inhóspito, lo incierto, donde da igual que te hayas leído todos los clásicos en su lengua original. Para poner un ejemplo: serían los doctorados en "bioquímica de las relaciones en pareja" que no tienen pareja. Realmente no saben de su campo (porque no tienen pareja). Saben de "moleculorogía", no de relaciones. ¡Porque no las tienen! Es como si alguien es economista pero no es rico. No sabe de economía. Sabe de teoría económica. Pero ser rico es ensayo-error + tomar riesgos. Y la persona rica sí sabe de economía. Quizás no sabe nada de teoría económica, pero eso a la persona rica le da igual. Lo peor de esos escenarios, claro está, es la combinación distópica: saber de teoría económica y ser pobre (una rata de biblioteca con mala suerte).
Las stars del cine con sus cursillos están causando este efecto (opino). Gente que dice saber mucho de cine que no podría hacer una película imperecedera. ¡Esa gente no sabe de cine! Pero dicen que tienen un buen currículum. Lo que no tienen es una buena (y larga) filmografía. Ergo, no tienen nada. De forma más precisa: tienen menos dinero en su cartera (por los cursillos) y han malgastado más su tiempo (en vez de estar por ahí corriendo por el campo como las gacelas). Me he hartado de ver a gente de mi gremio (nutrición) que después de hacer el graduado universitario (4 añacos en una cárcel del pensamiento) han necesitado hacer un máster de 2 años porque no se sentían seguros para dar el salto al ámbito profesional. Que veían que si atendían a sus clientes no iban a saber hacer nada. ¿Culpa suya de ser eternamente peter pans y no abrazar la incerteza? ¿Culpa de la universidad por no enseñar nada trasladable a la práctica? 50-50 seguramente.
Por eso #56 dice (o lo intuyo) que "otro engañado". La cosa que hace falta remarcar en mi opinión es ésta: estamos ante un engaño colectivo (de alcance mundial). Y la gene está empezando a caer que es un residuo andante (lo que sobra, el "resto" sociolaboral) con muchos títulos que no sirven para nada y que no le sirven para hacer nada. Y si eso pasa en profesiones que los inputs y outputs son claros y hay que quedar con las cuentas claras, imagínate en algo artístico donde alguien puede hacerse rico poniendo un orinal o enlatando "mierda de artista". Pues los timos van a estar a la orden del día. Y cualquier persona acepta la hipótesis alternativa que sea antes que admitir que ha sido un pardillo de campeonato. Y eso puede ser otro curso en la Universidad Prestigiosa de Madrid de Cine Independiente.
El problema principal de ese chico es que se cree alguien (en redes). Lo digital se ha convertido en una forma de "cultural currency". La gente se cree que está intercambiando algo. Pero eso es ficticio. Las redes pueden acabar contigo (escrache digital), pero no te pueden "dar" nada (amistades o así. Eso se hace en analógico). Tampoco experiencia ni convencer a alguien que eres un trabajador que vale la pena contratar. Mientras tanto twitter, facebook... hacen caja con tus ilusiones