Llevo un tiempo dudando sin compartir esto, a veces sois muy crueles... Resulta que vi Mortadelo & Filemón el otro día con mi hijo, que tiene 10 años (y que dicho sea de paso, tiene ADHD, es hiperactivo, vaya). Semanas después, sigue hablando de la peli, FLIPÓ. La vimos en inglés, él es bilingüe. Yo no, por lo tanto si no veo las pelis con subtítulos (tengo problemas de audición además), me pierdo cosas. El otro día, comentando la peli una vez más, me dijo que había cosas que no había entendido por el ruido de fondo constante, pero igualmente le había encantado. El caso es que a mitad de película fue al baño. Era el momento que estaba esperando: ahora es cuando nos dice que la quitamos. No señor, cuando volvió me preguntó: ¿qué ha pasado? Ya imagináis la respuesta, NI IDEA.
En cualquier caso lo que quiero transmitir no es que seamos más guays ni más inteligentes que nadie. Simplemente el arte a veces funciona así, algo te encanta porque te toca la fibra. Muchas veces no sabemos explicar el por qué o cuál es la clave, simplemente nos gusta, nos LLEGA.
Yo veo mucho cine, bastante, y soy muy selectivo con lo que veo. Esta peli igual la habría odiado si me hubiera pillado en otro momento de mi vida o en otras circunstancias. Sin embargo siempre tendré un muy grato recuerdo de ella porque creó un vínculo muy especial entre un padre y su hijo.