Filemón: “Ya no quiero seguir, Mortadelio”.
Mortadelo: “Lo sé, es un horror. Por nosotros, ni siquiera estaríamos aquí; aunque así es. Es igual que en los grandes comics jefe, los comics que eran importantes, estaban llenos de tortazos y disfraces, a veces uno no querría saber el fin, porque, ¿cómo podría ser un final feliz?, ¿cómo podría ser el mundo como antes cuando han pasado tantas cosas malas? Pero al final, las sombras sólo son, transitorias, aún la oscuridad debe terminar. Vendrá un nuevo día, cuando el profesor Bacterio nos traiga un nuevo invento. Esos eran los comics que permanecían, que tenían significado, aunque fuera demasiado pequeño para entender por qué. Pero jefe, creo que si lo entiendo, ahora lo sé, porque la gente en ellos tuvo ocasión de dar la vuelta y nunca lo hizo, siguió caminando porque tenía algo de lo cual aferrarse.”
Filemón: “Y nosotros, ¿a qué nos aferramos?”
Mortadelo: “A que el bien aún existe, lo sé jefe, y a las tetas de la señora Ofelia”.