Sinopsis
Karlos Arguiñano es un afamado chef que tiene incluso su propio espacio televisivo, en el cual muestra una amplísima variedad de recetas. De vez en cuando cocina con su hermana.
Al principio se limita solo a esto, pero desde bien pronto empieza a contar chistes en sus programas. Tras un período de tiempo extenso, con una gran audiencia ganada, Karlos acaba siendo popularmente conocido, no por su programa de cocina, sino sobretodo por todos los chistes que cuenta.
Pero hay cierta persona que está harta del asunto: Rafael González, el cámara que lo graba en todos sus programas. Es el único que oye en primera línea los chistes de Arguiñano, y esto, con el paso de los años, deja de ser un motivo de orgullo para ser un motivo de ODIO. Está harto, y decide tomar represalias.
Una noche, sigue a Arguiñano hasta su casa con intención de asesinarlo, pero acaba sucediendo justo al contrario, y Karlos mata a su cámara en defensa propia con un cuchillo (de cocina).
Se deshace del cuerpo, pero a partir de ese momento, en todos sus programas aparece cabizbajo, sin ganas de cocinar y con un sentido del humor pésimo, y cuenta chistes horribles.
Su audiencia peligra, y todo esto no hace más que empeorar cuando, en un programa especial en directo, se confunde y añade matarratas a la comida.