La última película que he ido a ver fue la de Altamira, de Hugh Huson:
Sinopsis: 1879. Entre las verdes colinas y los picos rocosos de la costa de Santander, María Sautuola, una niña de 9 años, y su padre, Marcelino, un arqueólogo aficionado, descubren algo extraordinario que cambiará la historia de la humanidad para siempre: las primeras pinturas prehistóricas encontradas hasta entonces: unos impresionantes bisontes al galope trazados con gran detalle. Pero la madre de María, la dulce y devota Conchita, no es la única perturbada por este descubrimiento. La iglesia Católica considera que la afirmación de que las pinturas sean obra de prehistóricos “salvajes” es un ataque a la verdad bíblica. Y, sorprendentemente, la comunidad científica liderada por el prehistoriador Émile Cartailhac también acusa de fraude a Marcelino y a su descubrimiento. El mundo idílico de María se derrumba y sus intentos por ayudar sólo empeoran las cosas. La familia entra en una fuerte crisis y cierra la cueva. Será necesario todo el amor que se tienen para encontrar el camino hacia la redención y el reconocimiento.
Sin ser del todo perfecta, a mi me emocionó bastante la película, contando la increible historia de un hombre que fue marginado y criticado, para que después, cuando ya falleció, se le atribuyera todos los méritos. Si quereís descubrir la increible historia del descubrimiento de Altamira, os animo a que la veaís. No quedareís indistintos