'Stalker', de Andrei Tarkovsky (1979)

Que se cumpla lo previsto, que ellos den crédito y se rían de sus pasiones. Lo que ellos llaman pasiones realmente no es una energía anímica sino un roce entre el alma y el mundo exterior. Lo principal es que crean en sí. Y esten desamparados como niños, porque la debilidad es grande y la fuerza sutil. Cuando el hombre nace su cuerpo es débill y ligero. Cuando muere es fornido y duro. Cuando un árbol crece es tierno y mimbreño, pero cuando su tronco está seco y rígido, se está muriendo. La dureza y la fuerza son satélites de la muerte. La flexibilidad y la debilidad expresan la lozanía de la existencia.. Por eso lo que se ha endurecido no vence.

12 Y seguí viendo. Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre,
13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte;
14 y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas furon removidas de sus asientos;
15 y los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.
16 Y dicen a los montes y las peñas: "caed sobre nosotros" y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono y de lo cólera del Cordero.
17 Porque ha llegado el Gran día de su cólera y ¿quién podrá sostenerse?

Seguro que ustedes ya comprendieron que él es un simplón. Todos los vecinos se reían de él. Era un lelo, daba lástima. Mi mamá decía: "¡Él es un Stalker, un suicida, siempre está preso! ¡Piensa en como son los hijos de los stalkeros". Y yo, ni siquiera discutía. Yo sabía que eso era así, que es un suicida, siempre está encarcelado y el problema de los niños. Pero ¿qué podía hacer yo? Estaba segura de que lo pasaría bien con él. Aunque sabía que también tendría muchas desgracias. Pero mejor es una felicidad amarga que una vida gris y aburrida. Quizás yo inventé esto después. Entonces el se me acercó y dijo: "Ven conmigo". Fui con él y nunca lo lamenté después. Nunca. Pasé mucha amargura, mucho horror y verguenza, pero nunca me lamenté ni tuve envidia de nadie.Simplemente, así es el destino, la vidas; así somos nosotros.Y si en nuestra vida no hubiera habido pesares, mejor no hubiera sido. Sería peor. Porque entonces, tampococo habría habido felicidad. Ni esperanza.

http://www.cineypsicologia.com/2014/05/stalker-andrej-tarkovsky-1979-parte-i.html

http://www.cineypsicologia.com/2014/06/stalker-andrej-tarkovsky-1979-parte-ii.html

"El material del tiempo no se emplea para despertar nuestra piedad: se organiza. Convertidos en factores clave de la organización del tiempo, la sensación de proximidad de lo inefable y el interés de lo observado se nos trasladan mediante el uso de tomas en plano único, a veces de gran duración. El film, al eludir la técnica del plano / contraplano y concentrar la acción en el plano-secuencia, priva al espectador de las referencias dramáticas habituales, pero le ofrece la oportunidad inédita de investigar el dramatismo del plano en sí. La pantalla, en determinados momentos, se parece mucho a un recipiente de laboratorio en el cual tiene lugar un ensayo: los distintos elementos interaccionan ante los ojos del espectador, quien a su vez aporta la intelección necesaria para interpretarlos.

Un factor complementario del anterior, como decimos, es la duración de la secuencia, cuya longitud produce un curioso efecto: mientras la cámara permanece fija a lo largo de determinados instantes -lo que aporta un aliciente especial al fondo-, o se desplaza apenas sobre una imagen ya registrada por el ojo y por tanto conocida, burla en cierta manera la percepción, que insiste con la mirada en la pantalla cuando en realidad no hay otra cosa que ver. En conjunto, el reducido número de planos de Stalker elude el dinamismo y acrecienta nuestra conciencia del espacio fílmico y, por extensión, de la dimensión ritual a que somos convocados: mediante un examen de los viejo, reiterado en la duración, la mirada es conducida hacia eso que probablemente, en la obra de Tarkovski, significa el futuro.

[...]

[Busca hacer] partícipe al espectador, tratando de borrar el límite entre éste y lo representado: convirtiendo en espejo la pantalla y para ello dando al arte la densidad y entidad de un proceso compartido. [...] Es un ejercicio de adhesión al film que implica [...] aceptar la invitación a ser dialogados."