Quien lleva un perro a un Zara, un Carrefour, o un centro comercial, es para darle de comer a parte. Pero ahora con los cines, es para mearse y no echar gota.
Ñordos de perros que a la que se asusten en alguna escena, se cagan o mean encima.
Volumen a todo trapo, ya ves que bien les va a sentar a esos animales que escuchan frecuencias mas sensibles que las nuestras, y con oídos más delicados que los nuestros, en una sala de cine a toda ostia.
Sabemos que todos los perros que entraran seran calmados, adiestrados para obedecer, y que van a ignorar al resto de perros... ¿verdad? Eso de ponerse a aullar en medio de la sala, y que empiecen con aullidos encadenados, guay cierto?
Mira que había cosas que una sala de cine puede hacer para mejorar la experiencia, la satisfacción de los clientes, pero dar satisfacción a un nicho tan tan tan pequeño como es la gente que llevaria el perro a una sala de cine... pues no se Rick, parece fraudulento que te cagas.
Ya podrán cobrar la entrada a 5-8 veces más cara, porque sino, no salen las cuentas para esos pases.