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Pues bueno voy a estrenarme con el partido de ayer del Barcelona:

Primera parte perfecta en el aspecto defensivo, no tanto en el ofensivo, donde a pesar de tener casi completo control del balón, apenas creamos jugadas de verdadero peligro. Daba la sensación de que el único que podía hacer algo diferente era Messi, porque tanto Villa como Pedro pasaron muy inadvertidos en ataque (aunque este último se dio una paliza trabajando).

La verdad es que marcar justo antes del descanso, fue lo mejor que podía pasar para el estado anímico del equipo. Porque irse 0-0 después del control que habían tenido toda la primera parte hubiera sido cuanto menos desalentador.

En la segunda parte, el Barcelona salió igual que la primera hasta el gol del Arsenal (el cual tuvo que venir en una de las pocas oportunidades que podía tener el Arsenal, que era en las jugadas a balón parado). A partir del gol, el Barça se desmelenó y empezó a crear jugadas de auténtico peligro (que si no llega a ser por Almunia, estaríamos hablando de una goleada de escándalo). Fue una suerte que el segundo y el tercer gol llegaran tan seguidos, así no aparecieron los nervios en el equipo y se pudo pasar de nuevo a controlar el partido y no descuidarse atrás (aunque si no llega a ser por Mascherano en su última jugada, podríamos estar hablando de un resultado muy diferente).

Sobre las jugadas de moviola:

• El penalty no pitado a Messi: No sé, cuando lo ví en directo no me pareció para tanto. Me parecería un penalty bastante riguroso, y veo normal que no lo señalara.
• La expulsión de Van Persie: Es posible que no oyera el pitido del árbitro, pero eso nunca se va a poder comprobar, y con el reglamento en la mano es expulsión. Rigurosa, pero expulsión.
• El penalty del 3-1: Esta me parece la jugada mas clara de todas, ya que aquí si veo un penalty bastante claro.
  De modo que en mi opinión el árbitro estuvo aceptable.

En lo que al plano individual se refiere por parte del Barcelona:

• Valdés: Poco que decir, ya que apenas se le vio el pelo
• Busquets y Abidal: Busquets hizo un buen partido teniendo en cuenta que no era su posición natural. Abidal estuvo excelente.
• Alves y Adriano: Me gustaron. Estuvieron muy activos y aparecieron bastante en ataque. Lástima que a la hora de centrar/chutar parezca que ambos tienen una pierna de madera xD
• Mascherano: Me ha ganado con este partido. A lo largo de los 90 minutos tuvo varias recuperaciones de balón excelentes. Y en su última jugada simplemente se convirtió en mi héroe del partido:
• Iniesta: Impresionante. Las jugadas que hizo tanto en el 1-0 como en el 2-1 son para quitarse el sombrero.
• Xavi: Aunque pasara desapercibido, es evidente que gran parte de culpa del total dominio del balón es suya.
• Villa y Pedro: Desapercibidos en el ataque, aunque Pedro se dio una paliza trabajando.
• Messi: Llevó todo el peso del ataque, siendo por momentos el único que encaraba a portería. Excelente.

Del Arsenal voy a destacar el nulo partido de Cesc, aunque si jugó con molestias desde el minuto 15 no entiendo por qué siguió sobre el campo.
A Wilshere se le vio bastante activo en las pocas jugadas de ataque que tuvo el Arsenal. Pero al ser jugadas contadas, apenas se le pudo ver.
Me queda la duda de saber cómo hubiera sido el partido del Arsenal si hubiera salido Arshavin desde un principio en lugar de Rosicky.

En resumen, sobresaliente partido del Barcelona tanto en defensa como en ataque en el que, a pesar de encontrarse dificultades para crear ocasiones de gol en la primera parte, a la hora de la verdad pudiera haber marcado 5 o 6 goles si no llega a ser por la gran actuación de Almunia. MVP: Messi/Iniesta/Mascherano/Alves.

Victoria del Barça en un partido tenso con más corazón que cabeza. Se presentaba el Arsenal en el Camp Nou con numerosas bajas y ganas de demostrar que había madurado como equipo con respecto a lo ofrecido el año pasado en el mismo escenario y en la misma competición, además de con un Cesc que, tras muchas ocasiones, por fin retornaba al Camp Nou como jugador del Arsenal. Sin embargo, el sentir general del Arsenal durante todo el partido fue un quiero y no puedo. Bueno, más bien un NO quiero y no puedo.

Las alineaciones no sorprendieron en exceso, si bien se vieron algunas variantes, como el doble pivote en el Arsenal con Wilshere y Diaby liberando a Cesc, más adelantado; o la inclusión a última hora en el once del holandés Van Persie, que parecía descartado en un primer momento.

De todas formas, el planteamiento táctico del Arsenal fue distinto una vez comenzó el partido, pues a pesar de tener en el once a numerosos jugadores de creación y talante ofensivo, a la hora de defender el dibujo cambiaba de forma considerable. Al tener el balón se suponía un 4-2-3-1, con el doble pivote formado por Wilshere y Diaby, línea de tres con Cesc de enganche y Rosicky y Nasri en las bandas, y Van Persie como hombre más adelantado... El problema es que el Arsenal no tuvo prácticamente nunca el balón, y sin balón la cosa fue muy distinta. El equipo de Wenger sin balón se convertía en un 6-3-1, con los laterales metidos junto a los centrales, haciendo una línea defensiva de cuatro jugadores, con los dos extremos, Nasri y Rosicky de laterales improvisados, delante una línea de tres con Diaby, Wilshere y Cesc (más retrasado de lo habitual) y arriba sólo Van Persie, con el único fin de intentar dar salida al equipo en el escaso tiempo que pudieran tener la pelota.

Por su parte el Barcelona sacó probablemente el once más lógico conociendo las bajas de sus dos centrales titulares, si bien quedaba la duda de ver por qué lateral izquierdo se decidiría, Adriano o Maxwell. Finalmente se decidió por el ex-sevillista... y acertó. Aporta más frescura, velocidad, y desborde que Maxwell y ofrece muchas más variantes a la hora de atacar, ya que permite acumular más gente arriba y abrir más el campo en busca de "estirar" la defensa rival y crear espacios.

Aún con todo eso, el comienzo del partido no fue todo lo previsto en un principio. Si bien tuvo el control absoluto del balón durante todo el partido, no tuvo esa profundidad, ese instinto asesino propio del Barcelona que siempre ha sacado en las grandes citas, donde la necesidad imperiosa de conseguir un buen resultado y no fallar en el intento se convierte en algo primordial. El Arsenal salió con el equipo muy junto. Una maraña de jugadores en apenas 20 metros de campo, y en una zona poco habitual. Jugó con fuego el equipo de Wenger porque no presionaba a la línea de creación del Barça, pero jugaba con la defensa muy adelantada, lo que hacía preveer pases teledirigidos constantes de Xavi e Iniesta a unos eléctricos Messi, Pedro y Villa, rompiendo las tres líneas del Arsenal de forma simultánea.

Sin embargo, no fue así, y no tanto por el éxito del planteamiento inglés, sino por la falta de pegada de un Barça de la que viene pecando mucho últimamente y está empezando a ser una losa, por ocasiones preocupante, y es el buscar la asociación hasta la misma línea de gol. Es algo que, personalmente, admiro del Real Madrid. Tienen claro que la creación de juego es el medio, la vía, el camino para crear ocasiones, y cuando esas ocasiones aparecen, hay que tirar a portería. Villa, Messi y compañía dispusieron de ocasiones para adelantar al Barça, pero entre el poste, el buen hacer del portero y la obsesión por la combinación, todas las oportunidades acababan en el limbo.

Total, que pasaban los minutos y el Barcelona empezaba por momentos a sentir algo de presión; de ese murmullo inquietante de la gente; de esa que empieza a sentir cuando llega el minuto 25-30 y el marcador no se mueve. El equipo de Guardiola ha malacostumbrado tanto a su afición a salir en tromba en este tipo de partidos y dejarlos sentenciados en un santiamén, que todo lo que no sea una goleada en un abrir y cerrar de ojos parece ilógico, extraño, antinatural. Por su parte, el Arsenal pecó de un excesivo respeto al rival, un miedo a recibir un gol que condicionó su forma de jugar y le hizo un equipo completamente inofensivo en el plano atacante. Si bien se emplearon con excesiva dureza en alguna que otra ocasión, tampoco necesitaron convertir el campo en un coto de caza particular.

Pero Van Persie no pareció entenderlo, y ya desde el principio del partido se le veía nervioso, intranquilo, exaltado. Se metía en todos los "fregados" y no parecía importarle demasiado. Tuvo encontronazos con prácticamente toda la defensa blaugrana. Curiosamente, cuando más trabado estaba el partido, algo que supuestamente favorecía al Arsenal, llegó el primer gol del Barça. Tras una pérdida infantil de Cesc en la salida de balón, Iniesta, tras deshacerse de un rival en una baldosa, conecta un pase milimétrico a Messi con una pelota levemente picada que consigue esquivar el bosque de piernas inglés y el argentino se inventa un gol de esos que sólo los genios como él pueden hacer. Estando en el descuento, sabiendo lo que se jugaba su equipo, pica el balón con una clase innata ante la salida de Almunia (tuvo que sustituir en el 18' a Szczesny por lesión) y fusila la portería para revolucionar el partido.

Un gol de una importancia mayúscula, no sólo por el hecho de significar la clasificación momentánea del equipo de Guardiola, sino por llegar en un momento crítico (descuento de la primera parte). Un gol que desastacaba al Barcelona y obligaba al Arsenal a cambiar de estrategia en la segunda parte.

En el inicio del segundo período el Arsenal, como se esperaba, salió mordiendo más, presionando a los centrales del Barcelona y expandiendo ese acordeón tan comprimido que tenía en la primera mitad. El Barcelona se sintió más cómodo, ante un Arsenal más "normal", más esperado, más desintegrado y con más espacios. Y curiosamente, cuando mejor estaba el Barcelona, cuando parecía que el partido no se le podía torcer, llegó la jugada tonta del partido. Un córner inocente en el que hasta tres jugadores blaugranas se disponían a despejar se convierte en un remate perfecto de Busquets abajo ante el que nada puede hacer Valdés. Un jarro de agua fría en el momento menos esperado.

El Arsenal, que dicho sea de paso, no llegó a tirar a puerta ni una sola vez en todo el partido, volvía a meterse de lleno en la eliminatoria sin haber hecho nada. A partir de aquí el partido llegó a sus momentos más tensos. Principalmente al ver Van Persie la segunda amarilla en una protestada acción en la que, con una amarilla ya a cuestas, tira a puerta cuando el árbitro ya había pitado fuera de juego. Si bien parece una roja demasiado rigurosa, fue el súmmum de Van Persie, que se preveía como un gran refuerzo de última hora y acabó siendo más un enemigo de su propio equipo que del Barcelona. Se le vio descentrado durante los 57 minutos que estuvo en el campo y nunca fue capaz de siquiera inquietar a la inédita pareja de centrales del Barcelona.

Y con la roja el equipo de Wenger se fracturó como la mantequilla al paso del cuchillo. Fueron momentos extraños, porque el marcador indicaba un 1-1 inquietante, pero la sensación general era de una superioridad aplastante del Barcelona. El Arsenal se vio superado y fue incapaz de retornar al 'sistema acordeón' que le había dado unos resultados notables en la primera parte. No supo volver a juntar líneas con el fin de ahogar la creación de juego del Barcelona, y encima, con un jugador menos, ni siquiera disponía del 'jugador islote' que ayudara a aguantar la pelota y dejar salir a su equipo en los pelotazos de su defensa.

Ante esto llegó lo inevitable para los ingleses. Una gran combinación entre Iniesta, Villa y Xavi acabó con el gol del de Terrassa, que allanaba el partido para los azulgrana. La eliminatoria estaba igualada al máximo, pero quedaban 20 minutos. Demasiado tiempo para un Barça que, cuando carbura, se convierte en una máquina imparable. Y no tardó mucho el Camp Nou en estallar de júbilo cuando un infantil penalty de Koscielny le sirvió a Messi para conseguir el segundo en su cuenta particular y relanzar al Barcelona a los cuartos de final.

De ahí al final, un Barcelona que dispuso de varias ocasiones muy claras para terminar de sentenciar el partido, pero que no supo materializar, y un Arsenal incapaz de hacerse fuerte, y que, aún así, tuvo, a cinco minutos del final, la ocasión de llevarse la eliminatoria en un balón que Mascherano le saca a Bendtner en el último momento, cuando el Camp Nou sufría un paro cardíaco colectivo y los ingleses preparaban las jarras de cerveza en pro de un futuro mejor en la Champions. Pitó Bussacca, se acabó el partido. Eliminatoria superada por un Barça que sufrió lo suyo ante un inoperante Arsenal que demostró no haber aprendido de los errores del año pasado y vuelve a irse de vacío del Camp Nou. Wenger y Cesc tendrán que esperar otro año más para dar la campanada... o puede que haya sido la última oportunidad para Cesc.