El fútbol español está en el punto de mira de la FIFA. No acaban de entender que clubes de mucho peso y con reputación internacional se salten a la torera las normativas y traten de reforzar sus canteras con futbolistas arrebatados a otras entidades para ser inscritos sin cumplir todos los requisitos necesarios.
Esta investigación se centra en las mismas operaciones que han supuesto la sanción al Barcelona que impide al club catalán volver a fichar hasta 2016, después de que el máximo organismo mundial del fútbol detectara irregularidades en el fichaje de varios menores de edad.
Se indaga traer futbolistas menores de edad sin cumplir los requisitos especificados por la FIFA. En este caso, la investigación ha sido abierta de oficio y no, como en el caso del Barcelona, a raíz de dos denuncias.
La FIFA cree que el modus operandi es éste: a los jugadores les dan permiso de residencia y la Federación tramita las fichas. Todo esto sin acogerse a los tres puntos en los que sí se permite.
Si cambia el domicilio familiar a la ciudad del club que realiza el fichaje por razones distintas al fútbol.
Si el fichaje se produce dentro del territorio de la Unión Europea y el futbolista tiene un mínimo de 16 años.
Si el jugador vive a menos de 50 kilómetros de la frontera de otra federación y el club que le ficha está a menos de la misma distancia.