Lo he leido y me ha parecido brillante, diciendo todo lo que hay que decir sobre este personaje.
EL BISTURÍ
Lo siento Jan, pero has metido la pata
Toni Frieros
Josep Lluis Núñez, en sus más de veinte años como presidente del FC Barcelona, donde tuvo más luces que sombras, hizo gala de una premisa irrenunciable: no manifestar jamás la más mínima corriente o simpatía política. Y para evitar que los partidos políticos cayeran en la tentación de querer controlar el club fue lo suficientemente habilidoso como para hacer entrar en un mismo saco a los Sixte Cambra, Sobrequés, Calzada, etcétera...
El FC Barcelona, por lo tanto, nunca debe ser una plataforma para reafirmarse en nada más que no sea su espíritu catalanista y vértice solidario, como se demuestra con la publicidad de UNICEF. Y punto, porque el Barça es de todos aquellos que son socios y también de los que, sin serlo, lo quieren y lo admiran. Y entre todos ellos los hay que hablan catalán, euskera, gallego, japonés, inglés, francés... No ha de ser el presidente del FC Barcelona quien, en un foro equivocado, utilice su condición para defender un tema que debe ser tratado, única y exclusivamente, en el Parlament o en el Congreso. El Barça, su presidente y sus directivos, han de ser escrupulosamente neutros, como el agua. Porque ellos están ahí gracias a los votos de todo tipo de socios.
Las manifestaciones de Joan Laporta en Frankfurt estaban fuera de lugar y han provocado un terremoto de repulsa, dentro y fuera de Catalunya, que perjudica al FC Barcelona. Incluso si las dijo en clave irónica. Sobraban. Laporta debería desmarcarse lo más rápidamente posible de las insinuaciones que le colocan en la carrera política. O no. Y si las asume, lo que está claro es que no puede ser presidente del Barça. Mientras esté en ese sillón es el presidente de todos: de los que están a la izquierda, a la derecha, en el centro o en ningún lugar. Tenlo en cuenta, Jan...