Las ventas de James Rodríguez al Real Madrid y de Radamel Falcao García al Manchester United han generado un descontento generalizado entre los aficionados del Mónaco, que en buen número, de manera pública, han exigido la devolución del importe satisfecho por los abonos para la presente temporada.
Entre otros motivos porque la imagen de los dos jugadores traspasados fue uno de los principales reclamos en la campaña publicitaria articulada por el club. Precisamente el escaso respaldo de los hinchas, junto a la adaptación a las normas del "Fair-Play Financiero" y el abono de los 50 millones necesario para mantener los privilegios del sistema fiscal monegasco son algunos de los motivos que han llevado a Dmitri Rybolovlev a revisar su planificación.