Sinceramente creo que este mítico partido se merece un post debido a que hay camisetas que llevan la experiencia y la épica de las grandes noches europeas en las costuras, y dónde no llega la elástica lo hace el hechizo de un estadio que ha visto decenas de momentos históricos.
El Manchester United pertenece a este selecto grupo, y hoy ha firmado un partido para el recuerdo, 7-1 a la Roma en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League en Old Trafford.
Un resultado de otra época.
Decían en el Plus antes de empezar el partido, mientras la cámara seguía a Ferguson caminar hacia el banquillo, que 'Ferguson es el United', y no les faltaba razón.
Con un once plagado de bajas -faltaban Sahá, Scholes, Neville y Vidic-, con un Van der Sar que venía de regalar dos goles, y una derrota liguera tres días antes que complica la Premier, nadie como él para apelar a la clase media del equipo -precisamente en Inglaterra, el país que la inventó poco antes que el fútbol-, esa que en los días malos permite empatar y en los buenos complementa para golear.
Brown, O'Shea, Fletcher y Smith de titulares -más Solskjaer, Richardson y Evra en el banquillo-, para ayudar a Cristiano Ronaldo, Rooney y Giggs, y remontarle la eliminatoria a la Roma, rival con poco palmarés pero muy buenos jugadores. La sorpresa ha sido Carrick, que ha decidido dar el salto de clase con dos goles de bandera.
A la camiseta de la Roma le falta esa mística, por eso hoy, en el avión de vuelta a casa, pensaran que no hicieron nada estrepitosamente mal excepto el fallo del segundo gol, que en ningún momento renunciaron a su estilo futbolístico, e incluso que su gol del honor fue magnífico.
Entonces, ¿por qué no pueden explicar la derrota por 7 a 1?
Quizás se encuentre la respuesta en las camisetas sudadas del Manchester que se han llevado de Old Trafford.
Así en párrafos y eso queda mejor...