Como muchos nos olíamos, por mucho que Guindo y su compinche digan lo contrario, sin JJOO es más que probable que no haya Peineta. ¿Los motivos? La falta de dinero del Atlético de Madrid y que el beneficio aportado por la venta del Calderón y la parte correspondiente de los terrenos de la Mahou no darían suficiente para construir el nuevo Estadio: siendo muy generosos el Atleti recibiría unos 200 millones y la construcción de un Estadio de las características y tamaño del requerido vienen costando unos 300 (Nuevo Mestalla por ejemplo). ¿Entonces cual era el plan? Probablemente comenzar la construcción y una vez acabado el dinero, y con los JJOO en el horizonte, "obligar" al Ayuntamiento o CAM que pagaran el resto. Una vez sin JJOO otorgados comienzan los balones fuera por parte del Ayuntamiento dejando claro que aunque están contentos con el protocolo firmado el tiempo y demás no depende de ellos.
La 'operación Calderón' puede esperar
Madrid no es olímpica y el castillo de naipes levantado gracias a esa base comienza a tambalearse. La operación Calderón -permuta del estadio por el de La Peineta- es un ejemplo de ello. «Ahora no somos prisioneros de los plazos», asegura la concejala de Urbanismo y Vivienda, Pilar Martínez. Y es que, el Ayuntamiento está dispuesto a retrasar la ejecución de todo el proyecto.
«Ahora mismo Madrid tiene 200.000 viviendas por construir. Las prioridades de la ciudad son muchas y otras. La situación de crisis económica del sector inmobiliario es el que es y no corre prisa ejecutar ese desarrollo», explica.
Eso sí, la delegada aclara, para que no haya dudas, que «el convenio firmado con el Atlético de Madrid se va a llevar a cabo sí o sí», aunque lo que no tiene tan seguro es que se lleve a cabo en los plazos fijados. Según el documento que firmaron el pasado 12 de diciembre la Cervecera Mahou, el Atlético de Madrid y el Ayuntamiento de la capital, el club rojiblanco se trasladaría a La Peineta, el que hubiese sido el Estadio Olímpico de los Juegos de Madrid 2016, en la temporada 2012/2013.
Ya en julio de 2007, las tres partes firmaban un protocolo de intenciones por el que la entidad deportiva cedía al Ayuntamiento el Vicente Calderón a cambio de trasladarse a La Peineta. El futuro Estadio Olímpico sería propiedad de los colchoneros quienes, además, recibirían una compensación con la venta de pisos u oficinas en los terrenos que son propiedad de la cervecera.
Ahora no hay prisa
«Los tiempos ahora son otros. El parque del Manzanares está proyectado y va a estar terminado independientemente de que se tire el Vicente Calderón o no. Las prisas existían si nos daban los Juegos de 2016, ahora no las hay. Podría demolerse dentro de dos o tres años», asegura Martínez. Además, aclara que cuando el Consistorio diseñó la recuperación de las riberas del río Manzanares «no estábamos por trasladar el Calderón a La Peineta». Según los planes del Ayuntamiento, en el lugar que ocupa el estadio del Atlético se crearía un parque, con pistas deportivas que estará integrado con el río.
«Los tiempos los determinan ellos, los propietarios. Nosotros no somos prisioneros de los plazos del convenio. No nos obsesionan», aclara.
Por otro lado, la concejala entiende que a medida que se vaya abriendo a la ciudadanía el parque de las riberas del Manzanares la zona mejorará. Es decir, que aportará más valor a las futuras viviendas que se vayan a construir en la Mahou.
Ése futuro desarrollo urbanístico de la capital, no siendo necesario, es una perita en dulce para cualquier promotor, lo que podría llevar a los propietarios a poner en el mercado esas casas cuanto antes.
Toda la operación de recuperación de las riberas del río se desarrolla sobre una superficie de 3.000 hectáreas que discurren desde El Pardo hasta Getafe, por lo que la ejecución del ámbito del Estadio Vicente Calderón no sería necesaria.
Los analistas coinciden en que el sector inmobiliario no verá los primeros indicios de recuperación hasta 2015 o 2016. Ése es el momento en el que se supone que el mercado absorberá el excedente de vivienda.
«El Ayuntamiento no va a precipitar al vacío a las empresas. El plazo antes era el proyecto olímpico y ahora las circunstancias del mercado. Hay que apelar al sentido común», sentencia.
Acuerdo muy peleado
La previsión de la entidad deportiva era que las primeras obras en La Peineta comenzarían en la segunda mitad de este año, pero aún no hay una máquina. El Atlético trabaja ahora con la previsión de que el remozado del estadio arranque a principios de 2010. Las obras estarían listas en tres años.
Para llegar a este acuerdo hubo que esperar mucho. Martínez fue la encargada de cerrar un protocolo de intenciones que fue rubricado por las partes en julio de 2007. En él se establecían los criterios generales del acuerdo del convenio. Es decir, en el documento en el que se pone negro sobre blanco los derechos y las obligaciones de unos y de otros.
Lo que, en principio, debía haber sido cosa de unos seis meses, «atar unos flecos», como se dijo desde el Consistorio, se convirtió en dos años de arduas negociaciones. El asunto pasó a manos de quien lleva las cuentas en el Ayuntamiento, el delegado de Hacienda, Juan Bravo.
Finalmente, el 12 de diciembre de 2008, las tres partes se hacían la foto del acuerdo definitivo.
El convenio establece que es el club el que corre con los gastos de reforma y urbanización de todo el ámbito de La Peineta, 88.150 metros cuadrados. A cambio, obtiene su propiedad en 2016. En la nueva infraestructura cabrán 73.000 personas, unas 20.000 más que en el Estadio Vicente Calderón.
El coste máximo fijado para la construcción es de 195 millones más IVA. Eso sí, el Atlético ya no deberá abonar otros cinco millones más el IVA actualizado con el IPC por añadir pistas de atletismo a La Peineta y pagar la ceremonia de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016.
Pero que los atléticos no sonrían tanto, ya que la Administración municipal conservaría los derechos de usos si consigue organizar los Juegos de 2020 o 2024. Es decir, que se mantendrían las mismas condiciones económicas para el equipo colchonero en favor del Consistorio.
El Ayuntamiento aprobó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana del ámbito de la Mahou y el Vicente Calderón el 27 de diciembre del pasado año. La operación afecta a 92.000 metros cuadrados ocupados los privados, aunque la modificación afectó a 204.200 metros cuadrados, ya que se incluyó el colegio público Tomás Bretón, el Instituto de Enseñanza Secundaria Gran Capitán, y el tramo de la M-30 todavía no soterrado.
El Ayuntamiento conseguía de la operación 52.600 metros cuadrados de suelo para uso público.