un pokito de historia
Un genio en toda la cancha
Para Cruyff el fútbol era ataque y en este residía la belleza del juego.
Johan Cruyff fue el máximo exponente de aquel fútbol. Educado en la escuela del Ajax en la que ingresó con 10 años, Cruyff creció en la universidad del fútbol de ataque. Cuando el Ajax destrozó al Liverpool por 5-1 fue evidente que aquel delgado adolescente de pelo largo no era un jugador corriente.
Cuando levantó su tercera Copa de Europa consecutiva en 1973 todo el mundo sabía ya que era uno de los mejores jugadores de la historia.
La innovación
Cruyff jugaba en el centro del campo, pero al igual que Pelé, Di Stefano y Beckenbauer, Cruyff rediseñó su posición y trajo al fútbol algo nunca visto hasta entonces, el fútbol total. Para Cruyff el fútbol era ataque y en este residía la belleza del juego.
Los títulos
El Ajax primero (3 Copas de Europa, 6 Ligas y 4 Copas) la selección Holandesa después (finalistas en Alemania 74 tras haber machacado a Argentina y a Brasil) y finalmente el Barcelona (1 Liga) practicaron el fútbol que enamoró a los aficionados que por fin encontraban a alguien más preocupado en jugar que en ganar.
La ventaja con Cruyff es que además de jugar bien, ganaban. Cruyff fue el cerebro de aquellos equipos, el término centrocampista se quedaba corto para describir sus labores en el campo. Además de dirigir a sus compañeros con una inteligencia poco común, individualmente Cruiff era un jugador superdotado. Es difícil describir las cosas que hacía con el balón, pero basta un ejemplo.
Tras sufrir un infarto de miocardio que estuvo a punto de costarle la vida, Cruyff hizo un comercial en España contra el tabaco. Filmado en una sola toma Johan sacó una cajetilla de tabaco y por veinte segundos la tocó con el pie, la rodilla, la cabeza, el pecho, se la preparó y en una media volea la sacó de la imagen. Eso era lo que hacía con una cajetilla de tabaco. Imaginénse con un balón.
El banquillo
Su carrera como futbolista fue brillante y cuando su cuerpo ya no pudo dar el rendimiento físico necesario para jugar, pasó al banquillo, desde donde su cerebro de futbolista sí podía seguir alimentando al fútbol con la belleza del ataque. Como entrenador del Ajax conquistó una Recopa de Europa y dos Copas. De nuevo fue llamado por el Barcelona y lo que no conquistó como jugador blaugrana lo hizo como entrenador ensamblando el que se llamó "Dream Team". Cuatro Ligas consecutivas, una Recopa de Europa y finalmente la Copa de Europa.