Yo entiendo su frustración, la impotencia y hasta que nos llamen club estado. Ellos son un club que ha cuidado la salud económica al milímetro. Se adelantaron al periodo de vacas flacas, ajustando de forma acorde y eficiente los salarios de sus jugadores. Hicieron ventas dolorosas, pero necesarias para su salud presupuestaria, esquivando así pérdidas. Son un ejemplo de austeridad, han sabido mantener la estabilidad económico-financiera, han controlado el gasto y su eficiencia, sacando rentabilidad a los desembolsos efectuados y permitiendo la adquisición de jugadores de futuro. Todo esto, construyendo el mejor estadio del mundo que aportará unos ingresos estimados estratosféricos.
No como nosotros, que hemos ido tirando de palanca por aquí y palanca por allá. Se ha empeñado y vendido el club a trozos durante años, se creó una empresa que se ha vendido por un valor alejado de la realidad. Y, a mayores, la liga es bastante laxa con nosotros en comparación a otros clubs, más pequeños, pero con una situación similar y/o menos grave. Todo ello, a la vez que ha salido a la luz unas relaciones económicas con un individuo y su hijo, con cierto peso en el Comité de Árbitros.
Dicho esto, dejando el relato, el sarcasmo y la ironía de lado, siguiente objetivo a gastar más para reforzar la defensa: