Ronaldinho se presentó este pasado viernes al entrenamiento del Flamengo con evidentes signos de embriaguez. Acompañado de un guardaespaldas, el jugador brasileño se negó a realizar la sesión de entrenamiento alegando sufrir problemas musculares para evitar ser descubierto por su entrenador, Joel Santana.
Una lástima como un jugador con tanto potencial, técnica y clase, que lo tuvo todo y pudo tener mucho mas, fue marchitándose a pasos agigantados.