Por si alguien le interesa ya que hablais del Arsenal lo que ha dicho Axel hoy en la entrevista de Marca.
Yo de lo que estoy harto, agotado, desgastado y tremendamente hastiado es de esa extraña exigencia desde fuera con el Arsenal. Vamos a ver... El Arsenal no pretende nada. Ni ser el súmmum de la espiritualidad romántica, ni encandilar al público mundial con un fútbol que rompa corazones por su belleza. El Arsenal es un club en un proceso de transición brutal, que necesita cada mercado de fichajes un superávit de 20 millones de euros y que intenta mantenerse competitivo durante este periodo difícil para la entidad. Me parece obvio que no puede ser juzgado como un Madrid, un Barcelona, un Manchester City, un Manchester United, un Chelsea o un Bayern. Claro que no gana nada. ¿Pero por qué se le pide con tanta intensidad que gane cosas? ¿Por qué la gente le pide más al Arsenal que al United o al City? ¿Por qué el City puede el año pasado no pelear la Premier, este año quedar eliminado de la Champions en primera ronda, y nadie le recrimina esos tropiezos con la misma intensidad con la que se espera al Arsenal? ¿Por qué es más grave que el Milan te golee en octavos que caer en Basilea en primera ronda? En el fútbol y en la vida uno no puede analizar las cosas sin fijarse en el contexto. Es un milagro que el Arsenal se haya clasificado para la Champions en los últimos años. Es un milagro que esté cuarto ahora mismo en la Premier. Es un milagro que haya llegado más lejos que el City y el United. Y el responsable de este milagro es el mismo entrenador que ayer perdió 4-0 y que probablemente se equivocó no alineando de entrada a Oxlade-Chamberlain. Wenger se equivoca a menudo, supongo, aunque yo no cometeré la osadía de decir que un entrenador profesional se equivoca: diré que le discutiría cosas o que no estoy de acuerdo con sus decisiones. Y a veces me ocurre con Wenger. Te podría hacer un listado de diez cuestiones concretas en las que difiero con Wenger en la gestión de esta temporada. Sin embargo, su trabajo estructural, su obra en toda su magnitud, me parece irreprochable. Y su pelea contra un entorno que no le quiere entender -porque creo que ya hemos llegado a eso-, casi me emociona. Ya dije que si yo fuera él ya me habría ido, porque tiene muy poco que ganar. Lo más normal es que no levante ya ningún título más con el Arsenal, y supongo que es consciente de ello. Pero él continúa, porque sabe que esta transición le necesita. Que es necesario que la haga él, porque nadie puede hacerla mejor. Y la pelea continúa.