#23 Yo me di cuenta relativamente rápido y me salí nada más que se me acabó la beca y acabé el máster "previo" al phD.
Más que nada porque veías cosas como que la diferencia de edad entre los pringados predoc y los dinosaurios que se lo llevaban calentito era de más de 20 años en promedio. A la que tenías algo de curiosidad te daba por saber dónde estaba toda la gente del medio y entonces descubrías el pastel fácil.
También porque un profesor de la carrera tuvo la decencia de cogerme un día por banda, meterme en un skype durante dos horas y explicarme lo que había a modo de advertencia. Ese mismo profesor dejó el mundo académico por acabar hasta la polla y no se qué ha sido de él a día de hoy, pero seguramente lo estará petando en cualquier lado de la industria.
Al final también otra cosa que pasa es que la investigación académica se ha convertido en una especie de festival de auto-acreditación donde la calidad e impacto real de las aportaciones son complicadas de medir. Muchas publicaciones son relevantes porque otros académicos han decidido que sean relevantes, y muchas veces a modo de agradecimiento porque los académicos del otro grupo hicieron relevantes las suyas anteriormente.
Pero vaya, todo esto cuando estás dentro y eres joven cuesta de ver, además que muchos de estos dinosaurios son expertos en el arte de manipular a la sangre fresca con promesas, guilt tripping o hacerles ver que ya han invertido mucho tiempo en una tesis que puede petarlo y que dejarlo a medias sería un error y un largo etc
La investigación sigue siendo necesaria, pero desde luego necesita ser reconducida porque ahora mismo parece una extensión de instagram donde la gente en lugar de comprar followers y likes compra citaciones, y también es demencial que los países se dediquen a abrir centros de investigación por doquier que no son más que consultoras de proyectos europeos camufladas porque lo único que ven es lo goloso de los pastones que se mueven en estos.