Buenas tardes a todos, padres, madres, hermanos y profesores. Soy javier lopez aunque sobran las presentaciones después de tantos años juntos.
Llega un momento en la historia de cualquier estudiante en el que incluso te saludas con profesores, los cuales nunca te han dado clase, que no conoces(a no ser que vayan despistados por los pasillos). Lo que en teoría al principio comienza siendo una especie de obligación, termina siendo como una gran familia donde tanto los profesores te conocen a la perfección como tu a ellos. Y más si te mejoran el expediente académico..
Han sido 6 horas, todos los días .250 interminables y largos días.. Hiciese frio, calor, lloviese o tronase, inevitablemente eso une. Hemos vivido momentos únicos juntos muy agradables, aunque también otros que no lo eran tanto. Habéis sido nuestro particular Virgilio por el viaje al inframundo, y nosotros, vuestros dantes.
[MARTA]
Recuerdo la 1º vez que llegué al sorolla:
un edificio algo... cuadriculado, demasiado grande para como era yo. ¿Sus pasillos? Como un laberinto. La 1º vez que lo vi pensé ¿Dónde están las ventanas? Pero no hacia falta ventanas para que entrase el calor. Su luz residia dentro, entre sus gentes. Conocí a las mejores personas, hice amigos que se que nunca voy (ni vamos) a poder olvidar. Aprendi a comprender a otras personas, descubri el significado de la amistad. No todo es oro lo que reluce pero , sin embargo, aquí si lo es.
La complicidad no sólo podias encontrarla entre los estudiantes, los profesores poco a poco iban conociendo tus gustos, tus debilidades. Lo mejor de todo es que tu también la de ellos. Poco a poco la figura del profesor se iba perdiendo y esas personas que día tras día te reñían, te explicaban, te enseñaban que la vida no se reducía a los libros se iban convirtiendo en verdaderos amigos.
[VICTORIA]
Cuando llegas a segundo te ocurren cosas de lo más extrañas:
Tú, que antes deseabas no estar en clase, ahora llegabas incluso a pedirle al profesor un examen el sábado, hacer horas y horas extra para terminar el temario.
El tamaño de nuestras uñas iba siendo inversamente proporcional al de nuestras lágrimas, la tensión se hacia patente, y no sólo en clase: ¡ Por dios papá estoy estudiando! O si no ¿No hay otro momento para pasar la aspiradora? ¡La república no se estudia sola! Cuanta paciencia cuanto y cuantisimo aguante han tenido con nosotros. Nuestros dolores de barriga nos hacian irnos en mitad de un examen, y mira que mamá me dijo; come come y estáte tranquila que si no luego pasa lo que pasa.
Pero todas estas cosas, en clase, las viviamos la mayoría.
Cuando alguien (y más en esta última semana) salía llorando de un examen por la presión , toda la clase se volcaba en esa persona. Nos animábamos: unos, que eran los que te ayudaban un dia eran los que caían al dia siguiente. Fuese como fuese, siempre estábamos unidos y te dabas cuenta que el que estaba en el pupitre de al lado no solo era un compañero de clase, era un hermano.
Resulta curioso que este mismo acto se repita el año que viene, y otro y otro y otro . Serán nuevas caras, nuevas personas, pero para nosotros, este momento resulta ser único.
[MARINA]
Ya ha llegado la hora de emanciparnos y aunque nos gustase estar con vosotros , más nos gustaria ver como otros pueden disfrutar de vuestras enseñanzas. No podemos reteneros eternamente, y por eso les damos el relevo a los que ahora están en primero para que puedan tener las mismas vivencias que nosotros. El último curso es duro pero gratificante y eso eso algo que debeis saber. Te da unas perspectivas nuevas, antes, desconocidas para tí.
Segundo es un cúmulo de responsabilidades pero también de experiencias , algunas inesperadas, irrepetibles. Disfrutad de cada momento, puesto que será único, y esto no sólo se aplica a la escuela si no también a la vida.
Pero Ahora ha llegado el momento de intercambiar los papeles. Nos prepararemos para ser nosotros, quienes enseñen a otros. Puede resultar utópico que nuestra generación vaya a cambiar las cosas, pero merece la pena inentarlo.
Gracias.