El objetivo es apartar los pensamiento negativos, conocer gente y porque "no ladran ni pelean con otras verduras".
Decenas de adolescentes salen a pasear con verduras, a las que atan y arrastran como si fueran mascotas. Los adolescentes afirmaban que querían superar la depresión y la soledad, creciente en los últimos años por las exigencias económicas y sociales que demandan el sistema.
"Siento que puedo transferir mis pensamientos negativos acerca de mí mismo al repollo, ir a dar un paseo con él y regresar a casa sintiéndome mejor", opinó el joven Lui Ja Chen, de 17 años. "Si veo a alguien en la misma condición mía, es fácil empezar una conversación. Los repollos son mejores que los perros ya que no ladran y no empiezan peleas con otras verduras. Ni siquiera necesitan alimentación y no dejan suciedad en el pavimento".
Fuente: elcomercio.es