Estoy de bajaciones en casa de mi madre, en mi tierra. Bilbao. Digo bajaciones porque es una baja voluntaria y no es ni baja ni vacaciones. En fin. No es el tema. He bajado a la pescadería pensando en la comida de mañana, txipirones con caldo de cebolla asada y guindillas rellenas de su tinta (una buena salsa de tinta) y unas kokotxas al pilpil.
Me encantan las pescaderías del País Vasco. Y quien haya visitado una me entenderá. Yo vivo en Barcelona y allí, allí se ha perdido cualquier costumbre de barrio tradicional. Y aquí en Bilbao todo sigue como cuando eras crío y acompañabas a tu abuela. Entras a la pescadería y las señoras que atienden van arregladísimas, como si hoy es la boda de su hija. Pese a llevar guantes y delantal de goma blanco, y ese gorrito tan simpático que impone sanidad ellas no dejan de lado su pintalabios Russian Red intenso, sus pendientes de perlas así como tres veces la cantidad máxima recomendada por la OMS de maquillaje en la piel. Además de esto te tratan con una especial atención con frases como "Qué más cariño?", "Vas tú guapo?", "14,70 guapísimo".
Al pagar me he dado cuenta que llevaba quince minutos en la pescadería y estaba puesto el histórico disco de La Oreja de Van Gogh llamado Grandes Exitos. Me encontraba a gusto. Me sabía, inconscientemente, todas las canciones. Y he llegado a casa y me lo he puesto. Y Joder, ¡me gusta La Oreja de Van Gogh! Pero no la nueva LOVG (así en plan carpetera mola más). Todo el mundo sabe que la nueva cantante, que ya no es tan nueva porque lleva sus años, pese a ser más guapa y tener los ojos mejores no tiene éxito. Ya nadie escucha LOVG, la gente recuerda los éxitos con Amaia Montero.
Y aquí el motivo de este post. A parte de estas canciones de LOVG hay otros discazos de antaño que me vengo arriba durante la primera media hora que escucho. Por ejemplo con el disco A tu lado de Chayanne me pasa lo mismo. Ya sea en casa, en la radio mientras conduzco a cualquier hora random o en un pub un sábado noche. Por si os lo cuestionáis, yo tengo muy clara mi heterosexualidad. Y tengo amigos que les pasa lo mismo pero no exclusivamente con música. Uno de mis mejores amigos cada vez que dan Grease en la televisión o Un padre en apuros, ese gran éxito de Arnold en busca de Turboman, o Sólo en casa, éste se queda a ver la tele sea la hora que sea y pase lo que pase en el planeta en ese momento. No fue al cumpleaños de su hermano por que esa noche daban en Antena3 una película de este calibre.
¿Os pasa a vosotros parecido con alguna otra cosa de antaño? ¿Pensáis que sois unos extraños y que nadie quiere que sepa que te fascina eso por miedo a que tu cache baje a la mierda? Va. Soltad vuestros inconfesables gustos de antaño.
Un saludo.