Reivindico el placer del cepillado de dientes después de cada comida.
Para mí no hay nada como terminar de comer, esperar unos cinco o diez minutos, no más, y cuando comienzas a sentirte incómodo, coger el cepillo y darte un buen lavado de dientes, arrancando todas las sobras.
Cepillarte ligeramente al principio, extendiendo la pasta espumosa que empiza a picarte en la lengua, por toda la boca, y después mover el cepillo cada vez más vigorosamente, llegando a todos los recovecos.
Sentir que vas puliendo los dientes, dejándolos como nuevos... y la sensación que te queda despues en la boca: fresquita y limpita. Y la superficie de los dientes rechinando casi contra la pared de los labios por dentro de limpios que están... es un gusto, al menos para mí.
Yo casi siempre uso estos, unos que son como antiguos, de tres filas de cerdas suaves y que llegan a todos los rincones:
Además a mí me gusta que salga mucha espuma cuando me lavo los dientes, que vea que se están limpiando bien. Cuando apenas me sale espuma o me sale aguada, vuelvo a darme un segundo repaso.
¿Qué pensais de esto? ¿Qué cepillo usais vosotros?