Ambicionen.
A mi me hace gracia a los mediavideros que critican a la gente que usa facebook/twitter por estar todo el dia en estas redes sociales, cuando luego ellos son los que están aqui 24horas xd
Yo obviamente me incluyo xd
Lo que me cambió la vida fue el Counter Strike, y casi de manera consecutiva, el MSN. Dejé de ir a la plaza a jugar al fútbol y a hacer el mamón a malgastar el dinero de mi madre todos los días para ir al ciber.
MV fue consecuencia, años más tarde.
Pues me proporcionó un variopinto grupo de hamijos, peculiar, con el que se pueden hacer cosas muy grandes.
MV wins.
a peor, ahora mismo podria ser un empresario de exito y tener un yate lleno de putas. sin embargo estoy posteando aqui como un subnormal :wtf:
#4 Opino lo mismo salvo que yo sí uso esas redes xD
(De hecho en twitter no te moderan por decir lo que te de la gana).
Me permitio saber que hay gente que se cree las mentiras de Pablemos y odia a un partidazo como el PP.
Entro todos los putos días aquí, desde 2002 y no me dan más que aggros a cada momento.
CT ya joder !
mi primer post fue una troleada total a un colega mio, el cual a dia de hoy nisikiera sabe que existe por que dejaria de ser amigo mio xD, desde entonces entre dia si dia tmb, mas que nada por el foro de juegos, luego deportes, luego la gente contando sus problemas personales, de pareja y demas, realmente mv entretiene lo que no esta escrito xD
No cambió de ninguna forma.
De hecho, que registrarte en un foro cambie tu vida, dice mucho de la mierda de vida que llevas.
Yo conocí al amor de mi vida, a la futura madre de mis hijos y a la razón por la cual me levanto todas las mañanas.
tq #19
A mi también me creció el pene. Siendo mujer me contrarió un poco al principio.
Pero le he encontrado uso como escoba.
perdi a mi esposa e hijos, vendí todas mis pertinencias y ahora vivo debajo de un puente
pero mis risas mañaneras con el hilo d 4chan no me las quita nadie
Ahora os voy a contar la historia de mi vida y de cómo Mediavida cambió mi movida:
Al oeste en Filadelfia, crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía, jugaba al basket sin cansarme demasiado porque por las noches me sacaba el graduado. Cierto día jugando al basket con amigos unos tipos del barrio me metieron en un lío y mi madre me decía una y otra vez ¡Con tu tío y con tu tía irás a Bel Air! Llamé a un taxi, cuando se acercó su molonga matrícula me fascinó; quería conocer a la clase de parientes que me espera en Bel Air con aire sonriente.
A las siete llegué a aquella casa y salí de aquel taxi que olía a cuadra, estaba en Bel Air y la cosa cambiaba: mi trono me esperaba, el príncipe llegaba.