Hace años iba andando con mis amigos y pasamos por la calle de un casino de mi ciudad. Veo que mis amigos se detienen y empiezan a mirar el suelo, pero no hacían nada.
No pensé, sólo actué. Coloqué mi mano derecha cual rastrillo, me incliné hasta poner una pose semejante a la de un velociraptor, caminé con pasos firmes y precisos y me llevé por delante el billete de 50€ del suelo con una delicadeza inigualable.
Ese día invité yo, e hicimos una foto al hallazgo: