física se imponen sobre las virtudes del hombre violento, intelectual y poderoso. El género masculino ha sido eficientemente domeñado por las mujeres y los débiles, ha sido desarmado y desprovisto de su fuerza animal para servir como herramienta para el sistema.
El hombre ha tolerado que el Estado le arrebate su fuerza.
Yo os digo. Únicamente el desprecio puede salvaros. El desprecio hacia la feminidad, hacia la sumisión y hacia la paz. El héroe que hay en vosotros se pudre en la contemplación de este mundo preparado para vuestra asfixia.
Yo os digo. Derribad las instituciones, asesinad a vuestras mujeres, destrozad todo aquello que os aflige. Esta es la virtud del hombre, la que siempre ha sido. No te conviertas en otro insecto a la sombra de una sociedad que jamás sabrá darte aquello que, tan desesperadamente, buscas.
No dejes que el temor se haga más grande que el deseo de libertad.