#9928 a mi me gusta la camburguer
#9930 ocurre pocas veces pero yo de gente conocida conozco ya dos casos, el de mi tía y el de una amiga de mi madre
es bastante más común de lo que parece
#9921 El bebe que esta dentro manda celulas al cerebro de la mujer para condicionarla en que tiene que quererle. Vamos que las convierte en zombies.
Si, yo también conozco a uno que le tocó la lotería. Pero eno es lo habitual, si vais con ese miedo y os sugestionáis, entonces mal.
Pero la depresión postparto es un desajuste químico, no es un "no querer". Es básicamente sentirse en la mierda tras el parto.
Quien decide tener un hijo entiendo que será porque lo quiere en su vida y querrá lo mejor para él, otra cosa es que luego surjan problemas...
Yo tengo que estar 100% segura, con pareja estable, con dinero y bien bien segura de querer traerlo al mundo sabiendo que voy a perder toda la autonomía para pasar a ser alguien con una extensión dependiente completamente de ti.
#9944 claro, yo hablo también de una disociación. De no considerarlo tuyo. Que eso también pasa. No estableces vínculo.
Lo que sí me dejó muerta es el estado en el que se quedan las tripas después de tener el bebé. A una se le quedó como una especie de amasijo arrugado y la pobre me decía que no tenía mucha solución.
Yo hasta lo veo. Comprandole su ropita, dándole su biberón, peinarla y cuando tenga su primer novio, amenazarle con arrancarle el corazón si le hace daño a mi nena.
Yo creo que el mejor ejemplo de cambio es el de aikon. Desde que ha tenido a la hija ha pegado un bajon que te cagas.
Asi que ya sabeis como acabareis.
no todos los casos, claro, pero que es una movida seria
Lucía tuvo a su primer hijo a los 36 años después de un duro, largo y costoso tratamiento de fertilidad. Por fin nació Lucas, el bebé soñado. A las dos semanas el marido de Lucía tuvo que reanudar su trabajo con visitas a Dubai de manera constante y que se prolongaban más de una semana. «De repente —cuenta Lucía— empecé a visualizar cómo tiraba a mi hijo por la ventana y me producía tal terror que me pasaba las noches en vela. Temía perder la cabeza o hacerle daño mientras dormía. Además, no quería contárselo a nadie porque temía que me tomaran por una trastornada. Cuando mi madre se ofreció a venir a pasar una temporada con nosotros vi el cielo abierto. Es más, le pedí que, los días que mi marido no estuviera, durmiera conmigo».
Lo que le pasó a Lucía fue una depresión postparto bastante acentuada y se hubiera solucionado si hubiese ido a un psicólogo. No es una locura y tiene solución. Sin embargo, sigue siendo un tema tabú con el que incluso la gente bromea. Pero es un asunto serio, ya que una depresión post parto grave, con tintes sicótico, puede incluso hacer que la madre lesione a sus hijos.
https://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140315/abci-depresion-post-parto-201403071511.html
Sí, era arrugado y con estrías. No volvía a su estado inicial ehhh, ya te digo que no.
Y el ombligo como descolgado.