Llegué un poco tarde al curro, ¡por ocho horas de nada!
Entraba yo por la puerta y ya estaban todos de desbandada.
Así que mi jefe me dijo que tengo los cojones negros.
Tengo los cojones negros.
Parece ser, por lo visto, que tengo los cojones negros.
Yo me metí en el tren, ¡vaya corte de meada!
Resulta que hay que pagar, ¡pues yo no sabía nada!
Y va el revisor y me dice que tengo los cojones negros.
Tengo los cojones negros.
Parece ser, por lo visto, que tengo los cojones negros.
Sube a mi nave, tu amiga gorda no cabe.
¡basta ya de vástagos infames en familias
Saturadas de insípidos pijos piojosos!
¡basta ya de artistas que no saben hacer nada!
¡que le corten el cipote al autor de la camada!
Venga a divulgar barbaridades para el vulgo.
¡basta ya de bestias avispadas que devastan
Las poquísimas neuronas que nos quedan conectadas!
Si esto es una broma ya nos hemos divertido.
Apartad de mis orejas sus horrísonos ladridos.
Venga a divulgar barbaridades para el vulgo.
Vértigo producen los abortos que, a codazos,
Se disputan de la tarta el mayor de los pedazos.
Apesta el pastosísimo pastiche pegajoso
Perpetrado por la estirpe del mayor de los babosos.
Venga a divulgar barbaridades para el vulgo.
Sube a mi nave. tu amiga gorda no cabe.
Esas bombas nucleares están cogiendo polvo.
Las bombas nucleares están cogiendo polvo.
Se acabaron las mentiras, se acabaron las verdades.
¡tiradlas en las ciudades! ¡tiradlas en las ciudades!
Arrojadlas por los aires por si acaso hay vida en marte.
¡tiradlas por todas partes! ¡tiradlas por todas partes!
Esas bombas nucleares están cogiendo polvo.
Las bombas nucleares están cogiendo polvo.