Pues estoy dándole a los hierros a esto que veo un chaval sin piernas haciendo press banca con mancuerna. Hablando con un amigo me dice que lo conoce y que tuvo un accidente en el que perdió las piernas.
La verdad es que me he emocionado y me han dado incluso ganas de llorar, porque ahí estaba el tío, la vida le había dado un palo durísimo y seguia con ganas de ir al templo a entrenar, me pasa a mí y me quedo en mi casa sin salir de ella, todo un ejemplo de superación.
Yo la verdad que quería hablar, para mostrarle mi admiración y mi respeto, así que me decido a ir a saludarle y a presentarme, pero mientras voy por el camino me empiezan las inseguridades y el miedo a hacer el ridículo, pero el tío ya me había visto que le dirigía a él y no podía dar marcha atrás. Se me empieza a nublar la cabeza y cuando llego a él le extiendo la mano y le digo: ¿Qué pasa chaval? Madre mía con lo tuyo y aquí en el gimnasio ehhhh.
Madre mía qué vergüenza he pasado, se me ha quedado todo el gimnasio mirando con cara de mala hostia porque parecía que me estaba riendo de él, mi amigo ha ido a pedirle perdón y yo estoy aquí en casa, mirando a ver a qué gimnasio me apunto ahora.