existe el mito del mantequero risueño, un hombre que en vida se dedicaba a hacer manteca con grasa animal, y que después usaba la manteca para autorealizarse actos impuros en la nocturnidad de la noche. era perseguido por todo el pueblo por ser considerado un infiel, pero jamas le encontraban pues de tanto frotarse con la manteca se volvía transparente a la luz del sol, como pasa con las servilletas de los bares al limpiarte.
una noche tras pasarse el día entero haciendo manteca, el mantequero risueño se encontraba especialmente fogoso y necesitaba desesperadamente apagar sus ansias. esa fue su perdición, pues al haber estado procesando la manteca tanto tiempo consiguio una especie de aceite en la manteca que tendría terribles consecuencias. el mantequero comenzó a frotar y frotar como si fuera el día del juicio final, hasta que de tanto frotar el aceite acabo prendiendo, y lleno de este aceite comenzó a arder cual agonizante simio.
pero tras perder la totalidad de su miembro mantecoso y con él el resto de su ser, que jamas descansaría hasta que todos hubieran probado esa mantequilla con extra de lácteo que acabo con su vida.