Pues eso, mientras escribo este hilo me estoy asfixiando en mis propios vapores.
¿Os ha pasado alguna vez que os habéis tirado un peo sumamente oloroso y/o con sabor en una situación comprometida?
¿Creéis que los pedos asfixiantes merecen la cárcel?
Yo tengo que reconocer que aprovecho las muchedumbres para tirarme peos, es genial. En una calle transitada, en el metro... Aunque a veces hay que tener cuidado, porque el olor es tan escandaloso que la gente se abre en dos como las aguas de Moisés.
Qué peste dios mío XD