Holamigos. Hacía mucho que no abría un hilo, o al menos un hilo mínimamente importante, pero tras lo acaecido ayer, creo que es buen momento.
Antes de nada quiero contar cómo es mi compañero de piso y por qué le apodamos "El Perro". Y para tal efecto adjunto unas imágenes porque EPSFNVN, así que
Podéis pensar que le apodamos El Perro por su falta completa de higiene (PELOS DE POLLA EN EL AZUCARERO), o por su forma de hablar, con los hilillos de baba que le salen de la boca por la mañana. Con sus dientesitos podridos y la gomina de la semana pasada aún escamada por su pelaje.
Podríamos, sí. Pero no. Su apodo viene de algo mucho más característico de estos animales tan simpáticos.
Resulta que él tiene por costumbre comer sentado en el suelo, con el plato en la silla y utilizando las manos en lugar de cubiertos por norma general. Y cuando termina pues se levanta, se sube al sofá de pie, da un par de vueltas y se tumba. Como un perrete :>
Una vez terminadas las presentaciones os contaré la anécdota de ayer, que no es ni mucho menos tan titánica como podría haber sido, pero estoy seguro de que fue el comienzo de una larga serie de putadas contra el chucho.
Ayer mi otro compañero de piso y yo salimos a tomar unas, y al volver (bastante tajas) bromeamos sobre el perro, que no está en casa el fin de semana. En una de esas bromas dejamos caer que deberíamos cagar en su habitación. Un cruce de miradas tan efímero que casi podría decirse que no existió transformó la broma en realidad, aunque por cuestiones logísticas cambiamos la caca por el pis.
Así que al subir las escaleras y abrir la puerta lo primero que hice fue ir corriendo al baño a echar un chorrillo, y guardé el último torrente de una larga micción para el perrito.
Salí corriendo como alma que lleva el diablo, con el rabo en la mano, hacia la habitación del susodicho y... meé. Mientras, mi compañero de piso entró en la habitación, se bajó los pantalones y los calzoncillos, apretó su culo contra la almohada del can y soltó un tremendo cuesco que hizo temblar los cimientos de todo el edificio.
Después seguimos tomando cervezas y... cuando sentimos la llamada de la naturaleza volvimos a echarle unas gotitas. De recompensa.
Y esta es la historia de cómo meé en la cama de mi compañero de piso. Qué opináis? :palm:
RPV: Ayer meé en la cama de mi compañero de piso al que apodamos El Perro.