Os cuento
Tuve que hacerme con un número de teléfono hace un par de meses. A decir verdad, compré el número el día 1 de Julio para ser exactos. Todo bien, no tuve ningún problema (como de costumbre).
El caso es que desde que me compré el número me han ocurrido -en estos dos meses- los siguientes (SIN COMERLO NI BEBERLO) casos:
1º | Me llamaron de un Corte Inglés de Galicia diciendome que cuando podía recoger la alfombra que había comprado. Les dije que se habían equivocado. Yo soy de Cartagena (EN LA OTRA PUTA PUNTA DEL MUNDO)
2º | Al tiempo me volvieron a llamar por lo mismo. Les comuniqué que hace X tiempo me llamaron y que SE HABÍAN EQUIVOCADO. Cedieron y la chica con la que hablaba dijo que iba a tachar el número ya que estaba mal.
3º | A los pocos días, un señor muy majo me llamó y me dijo que mirase el correo que me había enviado con los planos de no se qué. ¿WHAT? A ese le dije rápido que hasta luego, que se había equivocado
4º | Hace dos días, estando en la estación de autobuses esperando tranquilamente me suena el móvil, mensaje. Lo miro y 20 cañonazos de recarga. Paso, ya que sabía que nadie de mi familia había hecho eso, pero no paso tanto ya que tengo ahí 20 pavos. Pero es que a los 10 minutos me vuelve a llegar otro mensaje con otra recarga de 20 pavos. 40€ sin comerlo ni beberlo. De momento no los necesito, pero ahí están por si tengo que renovar la tarifa o algo.
Y de momento nada más, pero en 2 meses con el número nuevo he tenido más sorpresas que todos los años juntos con los números anteriores.
Y aquí estoy, esperando a la siguiente. Hemos hecho una porra familiar y quién acierte puede elegir una cena gratis en locales de cómida rápida. Tampoco es plan de invitarlos a La Tana o al Bulli. Yo he ido mucho más lejos y he apostado que alguien me llama confesando algún crimen o algo.
La McRib la probé antes de salir de la estación en un McDonalds marronero.
Aclarar que todo esto es la paranoia, pero es que mi número tiene una tasa de error al decirlo o apuntarlo que como no te des cuenta, pueden pasar estas cosas. Así que gracias a la magia de los algoritmos, mi número me va a hacer rico o me va a meter en la carcel.
P.D No voy a decir mi número, está claro.