Tenía ganas de postear esto en OFF-Topic pero, qué demonios, demos rienda suelta al desmadre a partir de esta historia que al mismo tiempo me preocupa y me hace reír.
Resulta que estoy pasando unos días con ella de plena convivencia (lo que viene a ser solos en su casa, vaya), y claro, la palabra "plena" incluye comer, ducharse, limpiar... y dormir.
Resulta que, para ella, dormir conmigo se está convirtiendo en un suplicio. Otras veces hemos dormido juntos (y por un tiempo cuasi-prolongado a veces) y no había habido problemas antes, pero ahora... no sé qué me pasa que le hago las noches imposibles. ¿Imposibles? Pero, ¿qué pasa? ¿le metes mano siempre que se queda dormida? No. Eso dudo que le molestase con respecto a mis actuaciones de circo una vez estamos ambos dormidos.
La racha negativa de estas últimas noches y a lo que me vengo a referir es que, una vez que caigo en el sueño profundo, empiezo a hablar en voz alta, moverme como si tuviera ataques epilépticos (así es como lo describe ella), reírme en plan descojone e incluso levantarme y ponerme a caminar por la habitación sonámbulo.
Al principio creía que estaba de coña, hasta que yo mismo me he ido dando cuenta (al estar ya percatado de ello) y ella despertarme en plena acción. Entendamos "plena acción" por despertarme mientras estoy de pie, fuera de la cama. Imagínense mi sobresalto al verme fuera del lecho conyugal.
Pero lo de esta última noche es lo que más le ha repateado. Resulta que ya no sólo mis "paranoias" sonambulistas me afectan a mí físicamente hablando, sino también a ella, porque esta noche la tenía vuelta loca de tanto rascarla. Sí, de rascarla. Me despertó mientras estaba efusivamente rascándole las piernas.
Me lo estoy empezando a plantear, y ya me da bastante miedo y pudor dormir con ella, porque me va a dar una patada en el culo por asustarla y no dejarla dormir noche sí, noche también.
Podréis decir lo que queráis... Yo sólo puedo añadir que ojalá fuese fake :/.