Este año es el segundo que estoy en residencia. Y como ya soy veterano, me toca preparar novatadas para los de primer año. Teóricamente, el curso todavía no ha empezado, pero por la residencia sí que hay gente con exámenes de septiembre y alguno que viene a hacer el curso cero (normalmente estudiantes que se meten en ingenierías).
El caso es que ya han ido entrando novatillos, y empezamos a hacerles alguna tontería y tal. Ninguno se lo tomó a mal, pero una chica que iba de durísima, nos dijo que a ella no la íbamos a putear, que ni se nos ocurriera, la muy chula. Y claro, como los veteranos tenemos que hacernos respetar desde un primer momento para mantener un orden y una disciplina, procedimos a crear un plan de acción.
En primer lugar, acordamos despertarla por las noches llamándola por teléfono y a la puerta de su habitación a intervalos de una hora. Después, pudimos conseguir una llave maestra de su cuarto y en mitad de la noche entrábamos y hacíamos un ataque de globos de agua. También le desencajamos la puerta una mañana que estaba fuera y al volver se encontró con que no podía tener intimidad alguna.
La tía comprendió nuestra superioridad y nos vino de buen rollo a pedirnos perdón. Le dijimos que de acuerdo, que no se preocupara, que nos diera su número de teléfono y en un par de días la llamábamos para irnos a tomar unas cervezas. Pero como consideramos que la venganza podía ser aún mayor, publicamos su móvil en un periódico local de bastante tirada, en la sección de contactos.
Craso error, pues la cosa se nos fue de las manos y la tía ha tenido que cambiar de móvil y ha ido a comisaría para denunciar. Ella sospecha de nosotros, se le nota cuando nos la cruzamos por los pasillos, que ni siquiera le podemos mantener la mirada del odio que sale por sus ojos, pero suponemos que sin pruebas no podrá hacer nada, ¿o sí?
¿Hay alguna posibilidad de que nos relacionen con lo sucedido? Tengo 19 años y si mis padres se enteran será la gota que colme el vaso para que me dejen de pagar los estudios y me echen de casa.